El alcalde del crimen
Francisco Balbuena
Martínez Roca, 2011
ISBN: 978-84-270-3700-7
672 páginas
20,50 €
Daniel Ruiz García
El terreno por el que transita esta novela de época es bastante expedito en las letras españolas. En la Sevilla de 1776, gobernada por un tenso equilibrio de fuerzas entre el clero más severo, encarnado en el Santo Oficio y en el oscurantismo que lo envuelve, y las nuevas ideas de la Ilustración, representadas por Pablo de Olavide, se suceden una serie de asesinatos: varios sacerdotes aparecen decapitados. El pánico comienza a apoderarse del clero y de toda la población. Gaspar de Jovellanos, que por aquel entonces ejercía como “Alcalde del Crimen” de la ciudad (una curiosa figura administrativa y policial que es la que da título a la obra), deberá resolver este enigma, para lo que contará con la ayuda impagable de Richard Twiss, un intrépido viajero inglés recién llegado a España
Este planteamiento, ya atractivo de por sí, está sostenido y desarrollado sobre un pulso narrativo verdaderamente envidiable, que convierte El alcalde del crimen en una novela insólita. Una contestación irrefutable a los que gustan de criticar los ‘bestsellers’ por su escasa calidad literaria, demostrando que es posible construir novelas muy vendibles y que cuenten con el consenso unánime del público y la crítica.
Para los sevillanos, además, esta novela cuenta con el aliciente de representar espacios y rincones del siglo XVIII que han llegado hasta nuestros días con más o menos transformaciones. Así, resulta curiosa la recreación del centro histórico de la ciudad y de lugares que el lector sevillano de nuestros días puede recorrer, rememorando, como en una postal añeja, el aspecto que dichos espacios tuvieron en el pasado merced a las descripciones de Balbuena.
Por si éstos fueran pocos argumentos, hay otro que tampoco es desdeñable. En 2011 se cumplen exactamente dos siglos del fallecimiento de Gaspar de Jovellanos, figura indispensable para entender el reformismo ilustrado en la España del siglo XVIII, y que como demuestra esta obra tuvo una vinculación más que estrecha con Sevilla. No deja de tener su interés comprobar cómo se desenvuelve Jovellanos en el papel de un juez de ciudad.
Novelas como la de Francisco Balbuena lo reconcilian a uno con los ‘bestsellers’, al tiempo que nos devuelven la confianza en la literatura lúdica bien enfocada. Un verdadero placer para el lector de cualquier nivel y perfil, que sienta apetencia por las historias de intriga ambientadas en el pasado.
Pues para mi viaje a Sevilla de este finde que viene, supone un complemento perfecto.