EDUARDO CRUZ ACILLONA | Según su propia definición, Facebook es una compañía estadounidense que ofrece servicios de redes sociales como hay otras que ofrecen servicios de catering, de asesoramiento jurídico o de compañía femenina puntual. Hasta ahí, todo bien.
Facebook te pregunta “¿Qué estás pensando?” y tú contestas con una frase más o menos afortunada, con una parrafada muy sentida y con ínfulas de transcendente o con una foto de tus gatas durmiendo en el sofá. Hasta ahí, todo bien.
Facebook te conecta en tiempo real con un montón de amigos ante quienes puedes mostrar tu mejor cara, tus mejores momentos, el lado más brillante de tu vida, que dirían los Monty Python. Y hasta ahí, obviamente, todo bien.
Pero ese placentero “todo bien” se tuerce cuando sobre una figura del famoso toro de Osborne aparece colgado el cadáver del presidente de la CEOE al lado de unas grandes letras: FACTBOOK.
Entonces… “España es un relato, una serie con demasiadas temporadas, un culebrón interminable del que estuve enganchadísima, y del que cada vez me aparto más”, dice la potente voz narradora en las primeras páginas del libro. “No había noticia. Las armas eran la noticia. Quién tiene las armas. Quién tiene el dinero. Quién tiene el poder. De eso iba todo”. Los informativos muestran la realidad que dictan los despachos de las plantas más altas de los edificios más altos. Nos gobiernan los rascacielos, no los parlamentos, que sólo constan de planta baja y gallinero y, a veces, hasta es difícil diferenciarlos. ¿Esto es distopía o denuncia real?…
Que la realidad supera la ficción es algo dicho y comprobado en numerosas ocasiones. Lo mismo que su contrario, claro, no vayamos a molestar aquí a aquellos que aún ven la botella medio llena… En el caso de esta novela, gana la ficción, pero sólo a los puntos. Es cuestión de tiempo, y no mucho, me temo, que la realidad noquee a esta ficción y la convierta en un inocente juego infantil. Lo que se presenta como distopía, me sigo temiendo, está ya a la vuelta de nuestro calendario.
“A Factbook le da igual lo que sientes. Sólo le interesan los hechos, los datos. No existen la felicidad ni la tristeza en Factbook. Las emociones son irrelevantes. La otra red, Facebook, Twitter, Instagram, estaba llena de emociones, de ‘pensamientos positivos’, de llamadas a ‘disfrutar de lo que tienes’, a ‘valorar lo bueno de la vida (…)’ En Factbook sólo había personas. Gente. Gente que no tenía nada”. ¿Cómo te quedas?
El fondo de esta novela está repleto de dilemas éticos y toda ella subraya el esfuerzo de búsqueda de la culpa, de los responsables de la crisis económica en nuestro país, en nuestro entorno, y de todo cuanto ha venido aconteciendo desde entonces. En ella se habla de nuestra realidad con un lenguaje diferente, alejado del costumbrismo y meridiano entre la ficción y el texto denuncia.
Tres son los personajes que sustentan la novela. Por un lado, Rosa, activista del 15-M resignada a seguir combatiendo las injusticias a base de firmas en la plataforma Change.org. Por otro, Gustavo, un guionista de series de televisión acomodado, que prefiere ver el lado más posibilista de la realidad en la que se mueve pero que acaba cruzando al bando contrario, al de la reivindicación y la protesta. Por último, un policía cuyo trabajo consiste en rastrear de manera compulsiva las redes sociales en busca de amenazas al sistema con el único objetivo de defender no al ciudadano sino al Poder.
Factbook, la red social que el autor inventa para contar toda esta trama, es la respuesta justiciera al despropósito al que nos aboca el Poder, un señalizar al culpable en un mundo en el que parece que no existen, que las cosas han venido dadas por la mera deriva de los acontecimientos, por pura inercia, sin responsables.
Se trata, en definitiva, de un retrato de nuestro país pero también de otros, pues los problemas y las amenazas que nos conciernen pertenecen a un mundo globalizado. Se trata de una denuncia y de una advertencia: el mundo no se cambia dándole al “me gusta”.
Factbook. El libro de los hechos (Candaya, 2019) | Diego Sánchez Aguilar | 352 pags. | 18€