EDUARDO CRUZ ACILLONA | Nos avanza la contraportada del libro publicado por Blackie Books, nuestra mascota favorita, vaya por delante, que Julia Viejo, autora del libro de relatos En la celda había una luciérnaga, es “una suerte de Ana María Matute de la generación millennial”. Y después de haber leído el libro, podríamos estar de acuerdo con semejante y contundente afirmación siempre y cuando admitiéramos que Ana María Matute fuera la abuela de Mariana Enríquez, la hermana mayor de Elia Barceló y la tía de Juan José Millás, por citar apenas unos nombres de ese árbol genealógico que podrían suponer las influencias de los cuentos de Julia Viejo. Unos cuentos que parten de una observación aguda del mundo que rodea a la autora y que se adentran en el realismo mágico, en el terror, en la sorpresa y en el misterio como por los pasillos de una casa cuyos planos conoce perfectamente, con el permiso de Julio Cortázar…
Aquí, que somos muy de tomar como punto de partida una escena cotidiana, un ramalazo de realidad, para llevarlo inmediatamente al límite de sus hechuras y traspasarlas sin más pasaporte que el folio en blanco, buscándole las cosquillas al presente continuo y al destino preestablecido, disfrutamos de estas casi cuarenta historias que nos presenta su autora y nos dejamos llevar de su mano con la convicción (bastan los tres primeros cuentos para estar seguro de ello) de que nos van a sorprender, que nos van a hacer ver la vida, nuestra vida, a través de un cristal de color diferente al que nos impone la rutina, que no nos van a hacer falta espejos deformes sino mentes abiertas para inventar unos escenarios basados en hechos reales y manejados al antojo de alguien que lleva la imaginación como seña de identidad sellada en su pasaporte.
Sólo los niños y los borrachos dicen la verdad, aseguran los saberes populares. Julia Viejo ya no es una niña. No sabemos lo que bebe ni en qué cantidad. Pero ha demostrado con creces que la verdad puede bailar al antojo de nuestra propia música y que la realidad tiene razones que la razón no entiende.
Imaginar nuevas y más sorprendentes vidas está al alcance de cualquiera. Quizás, lo que este libro nos acaba planteando es si nosotros, cada uno de nosotros, somos capaces de llevarlo a cabo. Ni más. Ni menos.
En la celda había una luciérnaga (Blackie Books, 2023) | Julia Viejo | 184 págs. | 19,00€
