EDUARDO CRUZ ACILLONA | Nos viene acostumbrando la editorial Páginas de Espuma en los últimos años a disfrutar de una colección de cuentos ilustrados firmados por autores y autoras de primera fila en unas ediciones originales y cuidadas como sólo muy pocos saben y quieren hacer. Así, por recordar los últimos, hemos podido deleitarnos con la Ceniza roja de Socoro Venegas, la Perrita County de Sara Mesa, el Eterno amor de Pilar Adón o la Casa en venta de Mercedes Abad. Cuentos todos ellos de una enorme calidad literaria en los que el equilibrio con la ilustración que los acompaña supone un ejercicio de maridaje digno de aplaudir por su buen gusto.
Nos llega ahora La menuda, firmado por Lara Moreno e ilustrado por Ilu Ros. Un texto que, pareciendo partir de lo onírico o de lo fantástico, se convierte en un espejo en el que podemos vernos y contemplar el mundo que estamos (de)construyendo y que nos viene acompañando en este siglo XXI, conformando un friso de la actualidad repleto de crítica, más que merecida, por otra parte, hacia la especie humana.
Para ello, la autora se hace valer de un personaje, la Menuda, que nunca llegamos a saber muy bien quién es. Pudiera parecer un extraterrestre, un ser marginal escapado de un circo o de un manicomio (por su excentricidad, por su forma de afrontar la vida), o pudiera ser un mero producto de nuestra imaginación, una especie de Pepito Grillo interior que nos habla a gritos al oído sin pronunciar palabra, simplemente con la fuerza de los hechos.
Porque la Menuda no habla. Pero escribe. En primera persona. Intenta explicarse el mundo y los semejantes con los que convive, desde Remo, un personaje que encierra su vida en la lectura de los libros, de manera compulsiva y caótica, que lo mismo subraya hasta la extenuación Los días de Virginia Woolf o Claus y Lucas de Agota Kristof que lee en voz alta y tono engolado capítulos completos de La aznaridad, de Vázquez Montalbán; hasta Ida, una adolescente cuyo mayor entretenimiento es fugarse de la casa familiar para irse a vivir con su tía.
A través de ellos, la Menuda nos enseña el mundo en el que vivimos, una experiencia de la que, ¿podría ser de otra manera?, no salimos muy bien parados. La Menuda no habla, ni falta que le hace. Piensa, escribe y sufre. Por eso reclama continuamente la figura del narrador omnisciente, para que la ayude, para que cuente su vida en tercera persona, para que la guíe. ¿Acaso no hemos reclamado todos dicha figura en más de una ocasión?
Lara Moreno despliega en este cuento la virtuosidad de un lenguaje en ocasiones descarnado y en otras sugerentemente poético. Un lenguaje plagado de metáforas llenas de fuerza expresiva (“Hemos hablado con reconstructores de la realidad que con sus cartones de vino paseaban la inercia como a un bebé muerto recién parido”) y de reflexiones que pudieran tener vida propia fuera del texto vestidas con el traje del aforismo (“La realidad es un trozo exquisito de jamón en medio de la bechamel más espesa”).
En ocasiones, los textos breves son los más largos. Uno entra en La Menuda desconcertado, sin saber muy bien dónde se está metiendo ni por dónde está transitando. Puede parecer, en los primeros pasos, que uno se sumerge en un mundo fantástico, en una Alicia en el País de las Maravillas inversa, donde quienes atraviesan el espejo son los personajes ficticios y lo hacen hacia este lado, hacia la realidad. Pero según avanzamos en la lectura, nos vamos dando cuenta de que no hay otro lado del espejo, que este nos refleja a nosotros, y que el abrigo verde que viste la Menuda es un remedo de croma en el que se proyectan las imágenes que nos rodean a diario.
Pero la Menuda no desaparece en la página 82. Se despide, sí. Se marcha. Pero no se va. Se nos ha quedado metida dentro. Sus palabras escritas nos siguen dando vueltas en la cabeza como una familiar jaqueca, como un déjà vu. Hay quien lo llama literatura. Hay, también, quien lo llama conciencia. Pero si hay alguien capaz de cargar con ambos conceptos tan potentes, literatura y conciencia, uno en cada mano, y por muy bajita que sea, esa es la Menuda. Y Lara Moreno, valga la redundancia.
La menuda (Páginas de Espuma, 2023) | Lara Moreno (con ilustraciones de Ilu Ros) | 96 págs. | 18,00€