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La novela picaresca 2.0 o Lázaro reencarnado

37-cubierta-uno-de-los-vuestros1-medJUAN CARLOS SIERRA | Lázaro de Tormes ha vuelto. Se me ha aparecido redivivo a lo largo de este año ya en dos ocasiones. Su primera comparecencia fue bajo la identidad de Jesús Escribano Rangel –Antoñito, el Rányer, Padilla, Jesús o Toni–, el protagonista de El azar y viceversa, la genial novela que Felipe Benítez Reyes sacó en abril y de la que di buena cuenta aquí hace unos meses. En su segunda aparición responde al nombre de José Anselmo Bermúdez Escobar –Anselmo o Jose, dependiendo del estrato social al que aspire–, voz y alma de Uno de los vuestros, la segunda novela de Manuel Valderrama Donaire (Sevilla, 1967). Aunque en mi vida como lector esta última sea la que ocupa el segundo lugar, en el orden cronológico de su publicación, el novelista sevillano se adelantó unos meses al roteño Benítez Reyes. Este último dato, aparte de dejarme en mal lugar como reseñista atento a la salida al mercado de las novedades editoriales, no pretende sembrar polémica alguna a propósito de quién de los dos autores merece alzarse con el primer premio a la originalidad. Como todo el mundo sabe, los ritmos de escritura y los editoriales poco tienen que ver. Lo significativo es el hecho azaroso –y viceversa– de que en el panorama narrativo español durante este 2016 se publiquen, en lo que tarda uno en cambiar la bufanda y el abrigo por la ropa de entretiempo, dos novelas que, cada una a su manera, rescatan al pícaro más célebre de la literatura universal y al género que fundó.

Como sucede con el molde de la picaresca, en Uno de los vuestros, la narración adopta la fórmula de la epístola autobiográfica en primera persona, aunque en esta ocasión el remitente no se dirige a un «vuestra merced», sino a un «ustedes, lectores», y el trasunto de la carta se transmuta más bien en una confesión púbica y descarnada de las miserias de su protagonista, José Anselmo Bermúdez Escobar –Anselmo o Jose, dependiendo de la fase de la novela en la que se encuentre el lector–, que evita en todo momento una justificación o, más bien, la autocompasión. Se puede afirmar, por lo tanto y como novedad, que en la novela de Manuel Valderrama Donaire el personaje principal asume su responsabilidad cínicamente sin aplicarse paños calientes. Asimismo, se narra, como en cualquier obra de este género, el origen familiar modesto del protagonista y el intento de ascenso social de este singular paria de clase media-baja, solo que en la novela que nos ocupa los regates y zancadillas a la mediocridad que augura su origen social responden a un plan pacientemente urdido que no deja cabos sueltos al azar –y viceversa–, pero que no necesariamente tiene que acabar como se calculó. En este sentido, es de justicia destacar el giro sorprendente y brillantemente argumentado de los últimos capítulos de Uno de los vuestros.

Por otra parte, la comicidad o el humor también están presentes –¡y de qué manera!– en la novela de Manuel Valderrama Donaire, pero no surgen del efecto que producen en el lector los goles que recibe el protagonista a lo largo de la obra, sino del propio discurso de José Anselmo, de su locuacidad, de su ironía, de su cinismo. Es decir, de la habilidad que posee el autor para poner en boca de su personaje las más variadas opiniones sobre los aún más variados asuntos a través de un uso desternillante del idioma.

No obstante la hilaridad, creo que aquí se halla uno de los pocos peros que se le pueden poner a la novela. Si bien al lector no se le borra fácilmente la sonrisa de los labios según avanzan las páginas, incluso puede que se le escape alguna que otra carcajada, el frenesí opinólogo de José Anselmo –¿del novelista?– lastra significativamente el desarrollo de la historia que se narra. Sin embargo, es tal la riqueza y originalidad de la mayoría de los dardos que lanza José Anselmo –¿el novelista?– que, aunque esto pueda despistar un tanto al lector acerca del plan de ascenso social urdido por el protagonista, no va a dejarlo nunca indiferente, sino más bien inquieto por la parte de reconocimiento que le pueda tocar. Y es que la novela, al colocarse en un presente bien reconocible y en una geografía muy determinada, la ciudad de Sevilla con su idiosincrasia social, funciona como un eficaz espejo valleinclanesco del Callejón del Gato, como una lente de aumento que coloca a los lectores delante de los aspectos más esperpénticos de sus propias vidas. Obviando los detalles más o menos folklóricos que aparecen en la novela a propósito del «sevillanismo», la novela se salva del peligro de caer en un localismo solo apto para iniciados o residentes en la capital hispalense al dirigir el foco de su ironía demoledora a las fuerzas subterráneas que actúan en cualquier entramado social y, muy especialmente, al desenmascarar los tejemanejes del mundo del capital que, dadas la circunstancias mundiales, no deben diferir mucho entre el sur de España y el norte de Escandinavia, por muy idealizada que tengamos esta región.

Si una de las funciones de la literatura consiste en hacer explícito lo invisible, Uno de los vuestros cumple con creces ese objetivo. Si además escapa de la gravedad y del dramatismo por la potencia de un humor inteligente, su eficacia está asegurada; por no hablar del buen rato que va a hacer pasar al lector. Bienvenido, pues, al siglo XXI, Lázaro de Tormes.

Uno de los vuestros (peZsapo, 2016) de Manuel Valderrama Donaire | 146 páginas | 15 €

admin

2 comentarios

  1. Esclarecedora reseña, e incitadora a la lectura del libro. Al día siguiente me hice con él. Estoy de acuerdo con Juan Carlos en casi todo, y animo también a la lectura del libro.
    Le achacaría, sin embargo, una cierta «prisa» a la novela, no sé si dejadez o descuido, en la redacción y puntuación de algunos pasajes y en un par de gazapos fácilmente subsanables. Con todo, divertidísima y muy sorprendente.

  2. Me ha encantado lo que dices sobre la segunda novela de Manuel Valderrama Donaire has dado totalmente en el clavo para mi es un futuro gran escritor yo he leído sus dos novelas y deseando que publiquen su tercera novela porque he disfrutado mucho con sus personajes tan dispares y su gran sentido de l humor

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