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La verdadera Catedral del Mar

EDUARDO CRUZ ACILLONA | Tenemos señalada ya por aquí la profusión de autores de novela negra que han ido apareciendo desde hace ya varios años en la ciudad de Cádiz. El género negro se ha convertido, con el tiempo, en un sello de identidad de la capital del sur del Sur, aportando carismáticos personajes que atraen a lectores a las librerías cada vez que aparece en la mesa de novedades una nueva entrega de alguno de ellos.

Similar efecto parece estar sucediendo últimamente con el género del terror, del misterio y de lo fantástico. Con más de tres mil años de historia a sus espaldas, ¿no tendrá Cádiz cosas que contar desde aquella tan estudiada como desconocida civilización de los Tartessos? Muchas son las referencias bibliográficas que se asoman a las estanterías abordando el género desde distintos prismas. Empezando por esa completa y exhaustiva trilogía titulada Cádiz oculto (cuya primera entrega ya ha superado las nueve ediciones), firmada por el escritor, guionista y cineasta José Manuel Serrano Cueto y editada por Ediciones Mayi; una trilogía que ha venido a derivar en un museo, la Casa del Terror y lo Fantástico, de obligada visita para los amantes del género. Continuando por las referencias de Felipe Benítez Reyes y otros autores en algunas de sus publicaciones a esa ciudad subterránea de intrincados pasadizos y misteriosas cuevas tan prestos para el misterio y lo desconocido. Siguiendo por la colección King de la también gaditana editorial Cazador, donde se dan cita autores del género como Alicia Pérez Gil, Javier Trescuadras o David Jasso. Y finalizando por la novela que nos ocupa, El mártir, del autor gaditano Francisco Chaparro.

El mártir nos traslada a principios del siglo XVIII y a un barrio de El Pópulo, junto a la catedral de Cádiz, donde sucede una de las mayores atrocidades vividas en la ciudad y de la que nunca se llegó a concluir su autoría. Juan Páez, un niño de cuatro años, desaparece. Nadie consigue dar con su paradero. Nadie consigue encontrar pista o indicio alguno sobre la causa de tal desaparición. Y no es hasta cuatro días después cuando el niño aparece abandonado en una calle, con aspecto de haber sido terriblemente torturado y mostrando las mismas heridas que sufrió Jesucristo, lo que hace pensar, inicialmente, en una suerte de venganza a cargo del colectivo de judíos herejes que habitaba en la ciudad.

Francisco Chaparro se mete de lleno en los hechos históricos documentados para construir una ficción tan sólida como rigurosa, recreando con realista y cinematográfico detalle los diferentes escenarios en los que transcurre la historia (calles, tabernas, casapuertas…) y cuidando con esmero los diálogos de los personajes, unos diálogos construidos con un lenguaje que se ajusta como guante a la época, dotando de mayor verosimilitud si cabe a los hechos narrados. Cada personaje está trabajado con minuciosidad y la trama cuenta con los elementos precisos para mantener en vilo al lector de principio a fin, sin decaer en ningún momento ni (tan común error) convertir la bibliografía en otro personaje más.

La pausada y discreta labor de investigación de uno de los protagonistas por desentrañar el misterio del aberrante crimen infantil se mezcla con maestría con la angustia de la madre, la solidaridad del vecindario, la crueldad de los culpables, el arrepentimiento de los cómplices, el oscurantismo de una Inquisición que planea por los diferentes escenarios de la ciudad… Todos son ingredientes necesarios para cerrar una obra de gran altura.

Igual que es bien sabido que la auténtica catedral del mar es la de Cádiz, y no la que se vende en libro de bolsillo en aeropuertos y estaciones de Renfe, así esta novela se sitúa por méritos propios en lo mejor del género en la actualidad y, si existiera la justicia literaria, debería sobrepasar en ventas a tantos quiero y no puedo que se cuelgan la medalla del best-seller gracias a las campañas de marketing que los arropan más que a la calidad que atesoran.

Reseña publicada con anterioridad en la web de Tres Pies al Gato.

El mártir (Ediciones en Huida, 2020) | Francisco Chaparro | 310 págs. | 15,00€

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