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Nadie puede seducir a un narciso

MANUEL MACHUCA | Me interesan mucho las novelas escritas por hombres y protagonizadas por mujeres. Quien me conozca sabrá por qué, así que me pareció más que sugerente leer esta obra firmada por el escritor griego afincado en Suecia Theodor Kallifatides. Sin embargo, y a pesar de que la narración se hace en primera persona, en la boca de Timandra, la hetera, prostituta, ateniense que da título a la obra, no tengo muy claro que esta sea su historia sino la de su amante Alcibíades, célebre militar ateniense del siglo V a.C.

Vaya por delante que en mi opinión esto no le resta valor alguno a esta novela histórica, que narra la vida en común de Timandra y Alcibíades los días en los que ambos permanecen escondidos en la ciudad persa de Frigia, pero es quizás el militar griego el que, a través de las palabras de su amante, queda mejor perfilado en sus méritos y sus contradicciones, en esa personalidad fuertemente masculina que no es óbice en modo alguno para que en su vida amorosa aparezcan tanto hombres como mujeres. Por ello, pienso que el título del libro también podría haber sido Alcibíades o cualquier frase que incluyera su nombre. Porque es el amor de Timandra hacia el militar el que sostiene toda la historia. El perfil que de él dibuja su amante la conforma también a ella, y es ella la que se nos muestra, la que se nos dibuja, en función de su relación con él. Esto, insisto, no quiere decir nada respecto a la calidad de la novela, en todo caso sí dice en torno a mis expectativas como lector, y probablemente en cuanto a mi desacuerdo con otras reseñas que he leído acerca de esta novela que se centran en su mayoría en la parte femenina de la historia. Es más, conocer a un personaje a través de las palabras de otro, a un personaje que lo único que hace es dormir al lado de su amante en ciento ochenta de las ciento noventa páginas del libro, me parece un ejercicio literario meritorio y delicioso.

No obstante, y a pesar de lo dicho, también hay mucho que decir sobre el personaje de Timandra, una mujer que podríamos decir que ejercía la prostitución en un mundo en el que esta tenía una carga moral muy diferente a la de ahora, y que se interesaba por la filosofía, por la política y vivía rodeada de intelectuales y pensadores como Sócrates, que aparece como uno de los personajes importantes de la novela.

Timandra es una obra que hay que leer con un subrayador al lado para reflexionar acerca de multitud de sentencias que la protagonista femenina nos deja a través de la mano sabia de Kallifatides, unos pensamientos que tan bien la retratan y que nos hacen ver que nos encontramos ante una mujer excepcional y que de alguna forma nos muestra la obra como una novela histórica y también como un tratado de razones para la guerra y hondura filosófica, imagen fiel de cómo debió de ser aquella época en la que aceptamos como cuna de la civilización occidental.

Kallifatides realiza en esta novela una excelente reconstrucción de la vida de Alcibíades, un controvertido estadista y militar ateniense que vivió, luchó y compitió durante la larga guerra que enfrentó a Esparta y Atenas y en la que defendió a ambos bandos en diferentes etapas de la contienda. Asimismo, y muestra del esfuerzo documental del autor, es un retrato social de una época de la que nos creemos deudores los países occidentales y autodenominados democráticos, al menos de verjas de Melilla para adentro, y en la que adelanta el declive y caída de la civilización ateniense, tan demócrata y hedonista ella, víctima de su narcisismo. Imposible, al menos para quien suscribe, no traer esos tiempos a los actuales, en los que parecemos encaminarnos al precipicio, a nuestro Hades, de la mano de narcisos que consideran bien resueltos aquellos problemas que concluyen con apilamientos de muertos de color sucio, como si en lugar de seres humanos fueran piezas de cacería de los que nos gobernarán en breve. Y es que Atenas y Esparta nunca dejaron de existir sino todo lo contrario, se expandieron y se multiplicaron hablando todas las lenguas surgidas tras la torre de Babel.

Timandra es una lectura más que recomendable y que conviene leer atentamente. Una invitación a la reflexión, al pensamiento y a conocer una época de nuestra historia que puede estar muy lejos en el tiempo, pero cuya destrucción nos puede ayudar a anticipar la nuestra. Y ello a pesar de que en un pasaje de la novela se dice que lo que hace la vida tan terrible y tan absurda es que nada se repite, que todo sucede por primera vez. Quizás fuera así en la época de Heráclito, en la que no podíamos cruzar dos veces el mismo río. Lo que sucede es que ahora aquello que negaba el filósofo griego sí es posible, apenas llevan agua.

Publicada previamente en Tres Pies al Gato

Timandra (Galaxia Gutenberg, 2022) | Theodor Kallifatides|Traducción de Carmen Vilela Gallego |190 páginas| 19,00 € |

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