0

Nuevas voces

ANA BELÉN MARTÍNEZ | Amedeo Modigliani retrató en veinticinco ocasiones a su pareja, la también pintora, Jeanne Hébuterne. El artista italiano partía de una imagen real, la de sus modelos, para la creación de sus magnéticas obras. Modigliani tomaba la realidad como semilla, de la que luego germinaba un universo hipnotizante de cuellos alargados y ojos sin iris en forma de almendra. «La creatividad es destructiva, tienes que romper cosas para hacer algo nuevo», afirma el músico japonés Ryūichi Sakamoto.

El escritor argentino Manuel Álvarez (Buenos Aires, 1986) viajaba en metro cuando leyó, en un diario gratuito, una noticia acerca de la desaparición de cadáveres. El suceso se reprodujo en su mente de tal modo que terminó convertido en  un libro. A ninguna parte (Bärenhaus, 2019) es una novela negra que cuenta la historia de Jorge Zinder, un joven escritor al que un periódico de la capital le ofrece cubrir la noticia sobre la desaparición del cuerpo de un veterano de la guerra de Malvinas en el cementerio de Zapala —un pueblo de la Patagonia—. Intrigado por lo ocurrido, Zinder viaja hasta Zapala con el fin de que la investigación del robo del cadáver le sirva como material para escribir una novela. Esto le plantea un conflicto entre la realidad y la ficción, ¿hasta dónde llega la frontera entre ambas?

Zapala es un pueblo nevado en el que, salvo por el incidente del cementerio, no pasa nada. Allí Zinder conoce a Mariela, una periodista que como él investiga la desaparición del cuerpo; una mujer segura e independiente por la que Zinder se sentirá atraído desde el primer momento. Además, conoce al viejo Varela, el sepulturero del cementerio, y a Martín, el recepcionista del hotel en el que se hospeda, un personaje entrañable con el que conversa de literatura.

«A los clásicos hay que matarlos, si los leés, que sea para aprender a matarlos, hay que matar de una vez por todas a la ballena blanca, agarrar el hacha con el que Raskolnikov mata a la viejita y clavársela a Dostoyevski, hacer que Flaubert se tome el arsénico, incriminar a Fitzgerald, poner una bomba en Macondo, es la única manera de renovar la literatura», dice Zinder.

La literatura está presente en la historia. Capote, Cortázar o Piglia —especialmente éste último— son algunos de los autores que se dan cita en las páginas de A ninguna parte. Zinder bebe J&B antes de escribir, como hacen los personajes de las novelas que ha leído. Sin embargo, esa «poética» del género negro pierde brillo frente a la miopía que padece y que lo lleva por la calle de la amargura. Sácate las lentes, déjate las lentes… Su problema de visión irá creciendo a la par que el ambiente opresivo y sofocante en que se convierte Zapala, al mismo ritmo en que el protagonista se aproxima a la verdad. Zinder nos hace pasar buenos momentos a través de su mirada literaria cuando divaga y observa a los demás. Álvarez cuida el detalle, el perfil de los personajes, así como la forma de contar, puesto que nos encontramos con extractos de crónicas periodísticas, fragmentos del diario de Zinder o correos electrónicos que enriquecen los puntos de vista y la dirección hacia la que se conduce la narración, cuyo final se resuelve con acierto.

A ninguna parte es la primera novela publicada, al otro lado del charco, por el escritor argentino. Manuel Álvarez se licenció en Derecho. Actualmente, imparte talleres literarios en Buenos Aires, ha participado en varias antologías y colabora en distintos medios nacionales e internacionales. Álvarez es una de esas nuevas voces a tener en cuenta en el panorama literario latinoamericano. Una de esas voces en marcha, la de un camino de largo recorrido.

A ninguna parte (Editorial Bärenhaus, 2019) | Manuel Álvarez | 286 páginas | 8 euros

admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *