Carbonizados
algunos morirán consumidos de fuego,
cegados por las algas de la noche
otros verán la oportunidad en el mar,
los elegidos, ceniza numerada,
arderán para siempre
porque el amor borró sus nombres,
tú y yo que hemos sido agua,
viento y fuego enamorado
seremos un olvido.
Solo uno.
( Final )
GEMA ESTUDILLO | Hilario Barrero (Toledo, 1946) fundó, hace pocos años, una pequeña revista casera llamada Cuadernos de humo a la que fui invitada a participar en 2016. Entre los muchos encantos que posee la pequeña revista, que poco a poco se hace grande en importancia, está el de ser editada íntegramente por él mismo en casa, a la antigua usanza, poquito a poco y con amor, como los postres caseros o la ropa hecha a medida. Barrero siempre ha sido una persona generosa con sus lectores y colaboradores, a los que regala poemas tan bellos como este, además de bolsas de papel para la compra pintadas a mano por él mismo o dibujos. Es de esos poetas que ha sabido crear una comunidad de poetas y lectores fieles a su cita con la revista, con su tertulia o con la última entrega de algunos de sus deliciosos diario, independientemente del color y calor de cada uno, con el único propósito de acercarse siempre a la lumbre de la palabra.
Tiempo y deseo es el volumen, editado por Libros del Aire, que recoge su obra “incompleta” desde 1971 a 2021, tres libros de poesía y algunos inéditos. Casi sesenta años median, como recuerda el poeta en una nota al final del libro, desde que “en la página 25, octubre 1964, de Poesía Española, que dirigía García Nieto, apareció “Biografía”, mi primer poema publicado en una revista de Madrid “. En ese mismo número aparecieron textos de Carlos Edmundo de Ory, Félix Grande o Francisco Umbral.
Sin embargo, el grueso de la obra literaria de Barrero se ha venido desarrollando a partir 1999. Desde entonces ha publicado nueve diarios, ha traducido y publicado a poetas como Jane Kenyon, Ted Kooser, Henry James o Emily Dickinson y ha escrito seis libros de poemas entre los que se encuentra nuestro ejemplar.
“ En Tiempo y Deseo” – dice su prologuista José Luis García Martín – “ no están, por supuesto, todos los poemas escritos en medio siglo; solo los suficientes para dejar constancia de una trayectoria poética y vital. Pero eso no impide que se trate de una completa autobiografía poética”.
Estas dos palabras son el eje transversal de todo el libro y aunque están presente en la mayor parte del poemario, bien es verdad que el deseo fresco, joven y con más ímpetu y pasión predomina en el primer tercio del libro:
“ Lo más que acertarán,
después de haber sabido de este amor,
será que hubo dos nombres que se amaban
mordisco y dentellada, nieve y niebla floridas,
dos cuerpos belicosos en constante batalla…”
( Cors e cor )
El paso del tiempo, los recuerdos de la infancia, la nostalgia de un mundo y un tiempo perdido, lo secreto y oculto ocupan buena parte del resto.
“ Si yo me muero antes te dejo de fortuna
que sientas en tu cuerpo a cada instante
el terroso lamido de mi ausencia.
Si mueres antes tú, heredaré la casa,
tu navaja y el paisaje encendido,
socavando la noche tu perfil oxidado
sobre el falso metal de su moneda”
( Herencia )
El trazado de los elementos fundamentales que conformarán la poética de Barrero, los pilares sobre los que se sustenta, se perciben ya desde sus inicios: el fuego y la nieve, la vida y la muerte, la noche y el día, el amor y la traición, el deseo y la lujuria, el ascua y el humo, la naturaleza enfrentada, como el amor de los hombres.
Es la poesía de Barrero una poesía de fuerte raigambre clásica, en ella encontramos ecos de la poesía amorosa de Quevedo (amor más poderoso que la muerte), pero también de la mejor poesía cernudiana (y aún más poderoso es el deseo), especialmente del Cernuda de la última etapa, en la que el poeta sevillano se lamenta porque
“El hombre que envejece, halla en su mente,
en su deseo, vacíos sin encanto,
donde van los amores.
Mas si muere el amor, no queda libre
el hombre del amor: queda su sombra,
queda en pie la lujuria.”
( Desolación de la quimera, L. Cernuda )
“ Acompañado de su sombra
siente la hoguera que hace cuarenta años le abrasó
en la cama ruidosa de una pensión…”
( Tres poemas portugueses, H.Barrero )
La voz, el tono alejado de la propia persona, el poeta en soliloquio en segunda persona, como también hiciera Gil de Biedma:
“Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.”
( Contra Jaime Gil de Biedma. G. de Biedma )
“ Hoy lo ves claro y aún te duele,
cómo se sentaban a tu lado en el cine,
te llevaban a oscuros callejones,
pagaban unas horas en un cuarto de barrio.
Recuerdas el aliento a tabaco y vino,
…”
(Última fila. H. Barrero)
“ Ahora vuelves a un hotel de primera
cercano al lugar donde fuiste feliz
y aunque nada parece que ha cambiado
tienes miedo de entrar en la estación…”
(Sâo bento. H. Barrero)
¿Amor?¿dolor?¿deseo?¿el paso del tiempo?¿“La poesía como propósito de autoconocimiento”? como defiende en el epílogo Carlos Alcorta.
¿“Un antídoto contra el olvido” ?
Y, ¿para quién no? Ella proveerá, porque solo ella sabe de qué ascua nace y a quién calienta. Por si acaso, estén pendientes del humo.
Tiempo y Deseo. Poesía 1971- 2021 (Libros del Aire, 2021) | Hilario Barrero| 300 páginas | 20 euros
Muchas gracias por la lectura de TyD que me ayuda a seguir en estos tiempos tumultuosos. Como ya he dicho, la poesía me sostiene vivo. Esperamos contar contigo en el humo. Y ojo con los «cortes» de las hojas de la poesía… un abrazo.