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Pretenciosidad

LUIS ANTONIO SIERRA | Aunque la estructura clásica de un escrito es, grosso modo, la de introducción, cuerpo y conclusión, vamos a empezar, en cierta manera, por el final, por la conclusión, ya que el título de esta reseña es lo que define la sensación que queda tras leer Canción de antiguos amantes, de Laura Restrepo. Esta falta de preámbulos puede predisponer al lector antes de leer el cuerpo de esta recensión, por ello intentaré razonar y/o justificar este aparentemente precipitado corolario.

Cuando Canción de antiguos amantes cayó en mis manos, me fijé en dos cosas: en su autora y en la sinopsis del libro. No había leído nada de Laura Restrepo hasta la fecha, a pesar de su extensa carrera literaria. Tras leer su biobibliografía, pensé que Laura y yo nos íbamos a entender ya que simpatizaba con su pasado guerrillero, su feminismo, o su activismo literario. Incluso pensé que este iba a ser el comienzo de un largo interés literario que me llevaría a continuar leyendo su obra. Me equivoqué. Quizás las expectativas que me creé fueron demasiado altas; como cuando vas a ver una película que todo el mundo dice que es una joya del séptimo arte y sales de la sala con la sensación de que tampoco ha sido para tanto. O también puede ser – que no lo descarto – que no le haya cogido el tono a la escritora.

El caso es que Canción de antiguos amantes se me hizo bola. La historia de la reina de Saba junto con la del personaje de Bos Mutas están interrelacionadas, pero el nexo entre ambas no acaba de cuajar. Ciertamente, es tremendamente más interesante la historia en la que se embarca Bos Mutas en Yemen que la pretendida búsqueda por parte de este de los orígenes, restos, vestigios de esta reina mítica. De hecho, las partes en las que la autora se enzarza en narrar las vicisitudes de pata de cabra – la reina de Saba – la lectura adquiere una dimensión tan irreal y desconecta tanto de la narración principal que deja al lector en tierra de nadie, y lo que es peor, lo desorienta y luego cuesta trabajo volver a enganchar con la narración principal.

Por otro lado, teniendo en cuenta el renombre de la autora y su amplia producción literaria, podemos dar por hecho que su cultura literaria debe ser vastísima, pero lo que no llegamos a entender es que abuse de esas citas literarias que constantemente intercala en la narración y que en muchísimas ocasiones no vienen demasiado a cuento. A Restrepo le pasa en esta ocasión como a la mala propaganda, esto es, que es demasiado explícita y profusa. Puede dar la sensación de que utilizando este recurso de las citas la autora pretende reivindicarse como merecedora de ocupar un lugar destacado en el Olimpo de la literatura, aunque dudamos que vayan por ahí los tiros. El problema es que no sabemos por dónde van. Hubiese quedado mucho más elegante volcar sus conocimientos literarios, históricos y culturales en esta novela de otra forma, aunque no seré yo quien diga cómo hacerlo. Sus razones habrá tenido la autora.

En resumidas cuentas, a esta novela le pasa lo que a muchas, es decir, que la materia prima con la que se fabrica la historia es muy válida y potencialmente valiosa, pero el resultado después del proceso de elaboración no está a la altura de las expectativas o de las posibilidades. Aunque también puede pasar – y no se descarta – que este reseñista no haya llegado al nivel exigido por la narración por falta de preparación, o simplemente por no coincidencia de gustos, que también puede pasar. El caso es que si me dijeran que me van a desterrar a una isla desierta y que tengo que escoger unos cuantos libros para mi retiro forzoso, este no entraría dentro de la selección que haría. De cualquier manera, entiendo también que el mejor ejercicio de honestidad literaria consiste en aconsejar la lectura de Canción de antiguos amantes y que cada uno opine después.

Canción de antiguos amantes (Alfaguara, 2022) | Laura Restrepo | 400 páginas | 18,90 euros.

admin

Un comentario

  1. Probablemente hayas elegido el libro equivocado para conocer a la autora. Yo llegué a ella de casualidad, hace unos meses, a través de «Delirio». Tanto la novela como si prosa de gustaron, por lo que anotada quedó la autora para futuras lectoras. No obstante, este libro que reseñas no me atrae lo más mínimo y tal como lo pones, menos. Salud.

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