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Prueba superada

culpa

 

Culpa

Ferdinand Von Schirach

Salamandra, 2012

ISBN: 978-84-9838-482-6

160 páginas

14 €

Traducción de María José Díez Pérez

 

José M. López

En 2009 un conocido abogado penalista alemán, de estirpe de juristas y nieto, además, de uno de los encausados en los juicios de Núremberg, irrumpió en el mercado editorial con su primera obra, una colección de relatos titulado Crimen, basada en sus más de 700 casos defendidos hasta la fecha. El éxito e interés que este libro suscitó fue apabullante: estuvo cuarenta y cinco semanas en la lista de libros más vendidos en Alemania, ganó el prestigioso premio Kleist,  fue traducido en más de treinta países y fue objeto de adaptaciones para cine y televisión. El nombre de este jurista era Ferdinand Von Schirach, y a finales del año pasado llegó a nuestras librerías su segundo libro de relatos, esta vez titulado Culpa.

En su primera obra el autor muniqués ahondaba en las diferentes motivaciones, algunas más comprensibles que otras, que pueden llevar a cualquier ser humano a cometer un delito. Es decir, las narraciones que componían Crimen giraban en torno a la raíz de la falta, o, dicho de otra forma,  al mecanismo previo que puede llegar a provocar una infracción.  En su nueva obra, sin embargo, el foco no está puesto en los antecedentes, sino en las consecuencias del delito. En el sentimiento de culpa- si es que lo hay- que, en sus diversas formas y matices, puede llegar a experimentar el infractor tras haber cometido su fechoría. O incluso, y esto lo hace más interesante, cómo ese sentimiento puede llegar a mostrarse si el individuo nunca llegó a cometer el pecado, pero fue condenado como falso culpable. De aquí se derivan otros temas de especial interés para el autor, como la enorme distancia que en ocasiones se da entre la justicia humana y la que se imparte en los tribunales.

A excepción de algunos relatos más triviales, como “Los iluminados”, el nivel del volumen me parece incluso superior al de su anterior libro. Su estilo invisible, a veces administrativo, no impide que cuentos llenos de crudeza y terror, como “Compensación”, nos sacudan bruscamente por dentro; o que otros, como el «tarantineano» “La llave”, nos sumerjan en una rocambolesca sucesión de hechos violentos, protagonizados por delincuentes de poca monta cuya personalidad aparece perfectamente perfilada en solo unas pocas líneas. Este texto es una muestra más de que, bajo su sobria apariencia estilística y temática, la escritura de Von Schirach nos va lanzando constantemente guiños irónicos y socarrones. Estas bromas  culminan en el último y brevísimo relato –casi “micro relato”- del volumen: “Secreto”. Al final del mismo, encontramos al propio autor, Ferdinand Von Schirach, que, como Don Juan Manuel, aparece para deleitarnos con un hilarante truco auto paródico de falsas identidades.

A pesar de este estilo apenas perceptible, el autor germano demuestra en cada cuento ser un profundo conocedor de las técnicas de la mejor novela negra. Su tendencia a la catáfora, por ejemplo, le permite graduar el suspense,  atrapar la atención del lector ya desde la  primera línea y no soltarlo hasta el final de manera brusca. Es decir, puro divertimento.

Las mejores virtudes de Crimen siguen estando en Culpa, y ya han sido apuntadas al principio de la reseña.  Nos referimos a la austeridad con la que el narrador, como si de un informe de instrucción se tratara, es capaz de relatarnos los delitos más brutales e inhumanos. Delitos que no tienen por qué ser llevados a cabo por monstruos, sino por ciudadanos de a pie, como usted  o yo. Porque la violencia más cruda es aquella que nace de la cotidianidad, de la mesa de camilla. Así, este tipo de agresiones solo se comprenden si partimos de la idea de que la ejercen seres humanos magullados, heridos por la sociedad y que, a pesar de la huida o la condena, sus arañazos nunca terminarán de cicatrizar. Por ello, el lector se encuentra al final de cada relato con personajes que poseen una característica común: la soledad.

En definitiva, este abogado alemán ha superado con creces el reto de sobrevivir a su primer libro. Prueba superada. Así que, por supuesto, recomendamos la lectura de Culpa. Von Schirach ha demostrado que controla los resortes y mecanismos del relato breve. Ahora esperamos que supere la siguiente prueba: su primera novela. La escribió en 2011 y se acaba de publicar en España.  Pronto tendréis noticias de ella en Estado Crítico.

admin

3 comentarios

  1. Eso a veces suele pasar, que el primero libro es muy alto y luego caen en el segundo por las espectativas, yo con esto de la culpa y el pecado siempre recomiendo al amigo dostoievsky, bueno, todos lo conocen, y tambien a ian mcewan, que ya habló el señor crítico Molaga de él y en muy buena crítica tambie´n, la de usted señor López me ha gustado bastante, bienvenido.
    Gran Saludo

    • Sí, esos dos autores que menciona tampoco hacen mal eso de escribir sobre la culpa. Después de leer el libro me dio por revisar «Delitos y faltas», de Woody Allen. Buen tratado sobre el mismo tema, y bastante superior, en mi opinión, a su versión pija, la sobrevalorada «Match Point». Bienvenido también a usted, Señor Pante. Y gracias por su comentario.

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