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Reivindicación de Campos Reina

Campos Reina 3

JUAN CARLOS SIERRA | Juan Campos Reina (Puente Genil, Córdoba,1946- Málaga, 2009) es uno de esos autores si no secretos, sí al menos con un reconocimiento inversamente proporcional al tamaño y calidad de su obra literaria; un worst-seller, según el término acuñado por José María Conget para sí mismo y desgraciadamente compatible con tantos escritores como el propio Campos Reina que disfrutan –y se trabajan página a página- un talento literario que nada tiene que ver con su insignificante relevancia pública en el espacio a veces fullero del universo literario patrio.

Con motivo del décimo aniversario de la muerte de Campos Reina, desgraciada como todas las muertes y temprana literariamente hablando –añado-, se publica en 2019 el estuche titulado Parques cerrados, que incluye la reedición del ensayo De Camus a Kioto y los inéditos Poesía completa y Diario del Renacimiento. Como el análisis individualizado de cada una de estas obras extendería esta reseña más allá de lo razonable –y quizá de lo soportable para el lector-, me limitaré a trazar a mano alzada pero convencida algunos de los aspectos más significativos desde mi punto de vista lector de los tres títulos recogidos en Parques cerrados.

Lo primero que salta a la vista es la versatilidad de Campos Reina. A lo que ya conocíamos, es decir, fundamentalmente a su faceta de narrador de largo y corto aliento, se añade ahora su perfil más lírico, su acercamiento a los versos –quizá algo tímido, a veces inseguro, pero siempre honesto y respetuosos- y su vena diarista, su proximidad a la vida en primera persona, ya sea como creador o como analista de la realidad circundante.

Tanto en la Poesía completa como en Diario del Renacimiento sobresalen como vasos comunicantes un tono elegíaco muy marcado junto con el gusto por la vida retirada, la soledad querida de la finca de Las Quebradas, la búsqueda de un locus amoenus más acá de la mitificación y del idealismo, pero igualmente necesario para el escritor y para la persona, si es que ambas facetas se pueden separar en Campos Reina. Otro de los puntos de intersección de los tres textos que conforman Parques cerrados puede ser también ese gusto de Campos Reina por el exotismo, por el viaje, por la búsqueda de otras formas de cultura y, en consecuencia, de belleza. En sus poemas recorremos Grecia, Japón, Sri Lanka, India, Venecia, Florencia,… del mismo modo que en el ensayo De Camus a Kioto se viaja de Oriente a Occidente y viceversa para romper las distancias físicas estableciendo más que plausibles concomitancias culturales e intelectuales.

En Campos Reina el viaje, el despojamiento de lo conocido y próximo, actúa como motor creativo, del mismo modo que lo hace la memoria de la naturaleza cercana, la añoranza del que siempre que puede se aparta del mundanal ruido. Ese juego entre cierto ascetismo y una evidente inquietud viajera -¿aventurera?- responde a una misma realidad existencial, no son más que las dos caras de la misma moneda del desarraigo respecto al presente; incluso su afición, demostrada sobradamente en Diario del Renacimiento, a vaticinar sobre un futuro que ahora vivimos en presente y sobre el que Campos Reina tiene la buena costumbre de acertar y no siempre en sus aspectos más dichosos.

No obstante, lo que puede resultar más interesante de este diario, al menos para mí, que soy un entusiasta de los procesos de creación –me puede llegar a interesar más el conjunto de Los Esclavos de Miguel Ángel que el mismísimo David-, es ser testigo de la gestación de la Trilogía del Renacimiento, de sus vericuetos narrativos, editoriales,… La obra en construcción posee una potencialidad dinámica sorprendente que muy difícilmente se aprecia en la obra cerrada, terminada.

Probablemente lo mejor de la obra de Juan Campos Reina, a pesar de lo apuntado aquí, no se halle exactamente entre los tres títulos que componen Parques cerrados. No obstante, puede que este empujón editorial contribuya a que la figura del escritor cordobés de Puente Genil salga del ámbito casi clandestino en el que se ha movido hasta ahora, a pesar de sus buenas relaciones en vida con escritores, editores y agentes literarios –no olvidemos que perteneció a la nómina de la todopoderosa Carmen Balcells-; ojalá que los dioses del Parnaso literario le sean favorables y le concedan el don si no del best-seller, sí al menos del common-selller.

Parques cerrados: Poesía completa, De Camus a Kioto y Diario del Renacimiento (Penguin Random House, 2019) | Juan Campos Reina | 710 páginas | 24.95 euros.

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