
EDUARDO CRUZ ACILLONA | Quien conozca la trayectoria literaria de Tatiana Goransky, bien podría pensar que este último título es un remedo de autobiografía ya que, si algo caracteriza a esta autora argentina, es la variedad de propuestas narrativas que ofrece en sus diferentes publicaciones, todas tan distintas, todas tan variadas. Qué se puede esperar, si no, de una cantante de jazz que se inició en el mundo de las letras escribiendo reseñas de libros eróticos y películas porno…
Cada libro de Goransky es un mundo diferente, desde el género negro más clásico (¿Quién mató a la cantante de jazz?) hasta el realismo mágico (Fade Out) pasando por el relato más intimista e introspectivo (Quisiera amarte menos). Quizás sea este último título el que más se acerca a La mujer poco probable, una novela corta pero intensa donde la autora explora los límites de las relaciones afectivas y amorosas, se cuestiona la razón y el corazón del ser humano, explora sus debilidades, sus puntos flacos, sus reticencias, sus mentiras y su manera de manejarlas en la vida más íntima. Observa a la persona, la analiza, la deconstruye. Seguramente plantea más preguntas que respuestas, nos obliga a ponernos en la piel de los personajes y enfrentarnos a sus mismas diatribas, porque su forma de ser en la vida es similar a la nuestra, porque sus caras con diferentes prismas son muy parecidas a las nuestras, porque, en el fondo, no somos tan distintos como creemos.
A partir de un hecho anecdótico, una pareja que regresa en avión del viaje de celebración de sus veinticinco años de matrimonio, la autora introduce una circunstancia fortuita y calamitosa que hace que los personajes principales se cuestionen tanto su pasado como su presente, hagan un repaso en profundidad de lo que ha sido su vida y su relación con los seres más cercanos, y se planteen si han sabido manejarse adecuadamente con sus secretos con respecto a los otros.
Se trata de secretos familiares, de secretos a voces, que tienen que ver con los afectos, con el amor, con la fidelidad, con las relaciones forjadas a base de tiempo y silencios alrededor de tres personajes cuya vida no sería igual sin la constante presencia de la de los otros dos.
A partir de una original estructura, ágil e intensa a la vez, la autora nos va desvelando aspectos cruciales de esa relación a tres. Y lo hace de manera que la veamos no como simples espectadores, sino levantando la vista del libro y mirando a nuestro alrededor, a nuestra intimidad. Experta en preguntar más que en responder, en sugerir más que en dictaminar, Goransky afronta, desde una presunta ligereza formal, profundos aspectos de la condición humana, trascendiendo lo anecdótico y dotándolo de categoría universal.
La obra podría haberse dado por concluida con las cien primeras páginas y hubiera quedado una contundente novela breve. Sin embargo, la autora va más allá y añade un “Epílogo familiar” que bien podría haberse titulado “Daños colaterales” y en el que aborda las consecuencias de esa relación a tres que supone el argumento principal y en cómo afectan a los seres más cercanos que también son familia: padres, hijos, etc… Un epílogo que, según avanza, se llena de emociones y de sorpresas para constituir, en su conjunto, una novela aparte, tan contundente y arrebatadora como la primera.
Un exquisito ejercicio sociológico en el que las emociones autocensuradas cobran especial protagonismo y donde la carga pesada que suponen esos secretos a voces que mencionábamos antes se adueña de la vida de las personas y la condiciona de tal manera que sólo la irrupción de un inminente hecho trágico puede lograr abrir la caja fuerte de la sinceridad. O, por el contrario, permanecer callado para siempre.
Reseña publicada con anterioridad en la web de Tres Pies al Gato.
La mujer poco probable (Tres Hermanas, 2021) | Tatiana Goransky | 144 págs. | 16,50€