Idiopatía
Sam Byers
Siruela, 2014. Colección «Nuevos Tiempos»
ISBN: 978-84-16208-05-0
296 páginas
19,95 €
Traducción de Catalina Martínez Muñoz
José Martínez Ros
Esta es una historia protagonizada por tres jóvenes que están en la treintena y que, básicamente, están descontentos con su vida, con el lugar que ocupan en el mundo, con sus decisiones, con sus autoengaños y su inautenticidad.
Es la primera novela de un joven autor británico, Sam Byers, con la que ha conseguido el suficiente éxito para ver su ópera prima traducida a un buen numero de lenguas y finalista de varios prestigiosos certámenes literarios.
Katherine trabaja como gerente de riesgos laborales de una empresa, tiene una madre que detesta, un trastorno alimentario, un carácter que casi nadie soporta y una larga lista de relaciones fracasadas; y para empeorarlo todo, la última de ellas, probablemente la menos recomendable de todas, la ha dejado embarazada y no sabe si tener el niño o no. Daniel, su expareja, es aparentemente un triunfador, tiene un puesto importante en una institución científica, pero se siente cada día más aislado y desorientado y más insatisfecho con su relación actual, una chica que cree hallar la felicidad en un cóctel de filosofía New Age, ecologismo y terapias naturales. Y por último, se encuentra un viejo amigo de Katherine y Daniel, Nathan, que acaba de salir de un psiquiátrico tras varias tentativas -fracasadas- de quitarse la vida, una prolongada temporada hundido en el mundo de las drogas y un montón de confusión; y ahora, de vuelta en la casa familiar convertido en un adulto sin oficio ni beneficio. Y por si esto no fuera poco, debe sobrellevar a su madre, que se ha convertido en una celebridad al publicar un libro sobre cómo superó la decepción de un hijo como él y pudo continuar con su vida.
Hay algo que uno capta desde las primeras páginas: Sam Byers, el autor, ha leído, y mucho y con provecho, a Jonathan Franzen: sin la ambición del norteamericano, Byers demuestra su habilidad para la crítica social, para explorar los problemas de comunicación en el mundo actual y la disección psicológica de sus personajes. Dos terceras partes de Idiopatía se dedican a explorar las taras de una generación narcisista, que por otro lado, es la del propio autor. En ese sentido, Idiopatía es una novela que cumple sus objetivos: la sátira es tan brutal como efectiva (y divertida) y los tres personajes quedan reducidos a unos guiñapos patéticos, llenos de furia contra el mundo y contra sí mismos.
El problema es que, tras esa prolongada presentación, en la que queda claro que los protagonistas no merecen en exceso la simpatía del lector, ni la del propio Byers (excepto, tal vez, Nathan), tiene que llegar el inevitable clímax: el reencuentro de los tres personajes. Y aquí es donde la novela falla de una forma estrepitosa. El segundo acto, en el que deberíamos ver interactuar a los tres personajes, resulta tan breve como insatisfactorio. El tercero, prácticamente, no existe. El lector se pregunta, ¿por qué? ¿Por qué un autor hace un esfuerzo tan grande, muestra tanto talento en describirnos tres personajes, sus interioridades, para luego no hacer nada con ellos? Lo desconozco. Pero el hecho es que Idiopatía deja la impresión de ser una obra incompleta. Una obra que, por tanto, no funciona.
