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Versos y perversos

9788494338069ANTONIO RIVERO TARAVILLOEsta novela parte de dos extremos, bien ensamblados contra todo pronóstico en un aliño que une agua y aceite. Uno, hiperrealista, que es moneda corriente, el pan nuestro de cada día: un poeta desconocido español traba amistad y mantiene videoconferencias con Kim Jong-un, el monarca comunista de Corea del Norte. El otro es absolutamente inverosímil, y el autor le ha echado mucha imaginación: esa idea genial de que en las editoriales de poesía españolas pudiera haber corruptelas ligadas a los premios y posibilidad, qué hallazgo, de que la promoción de cierto autores poco tenga que ver con la calidad de estos. Con esos mimbres, uno casi de Galdós, y otro a lo Ray Bradbury, David Pérez Vega consigue una novela entretenida y ágil, en la que cuenta la frustración creciente de un poeta que tiene que lidiar en la selva de ‘jam sessions’, poetisas cuyos únicos acentos bien puestos parecen ser los de sus pezones, licenciados en Filología Hispánica que no leen jamás un libro, editores tan avispados como desaprensivos y reseñistas falsos, interesados, hipocritones, aupados al púlpito de un suplemento.

Curiosamente, Pérez Vega reparte pocos palos en esta piñata a la que él llama editorial Bisonte, fácilmente reconocible, y que es la que más y desvergonzadamente premios controla, para cargar en cambio contra otra, Hipérbole, y especialmente contra una tercera llamada Moby Dick, identificable como las anteriores. Lo bueno es que los rasgos de unas y otras están algo desfigurados, y hay elementos que, siendo por ejemplo de la primera (ese sonido ch del nombre de pila del editor), se trasladan a la tercera. Con ello, más que de ajuste de cuentas con un pecador en particular se trata de señalar el pecado bastante extendido. También aparecen algunos políticos municipales, y sus enjuagues y tejemanejes que hallan, tal para cual, a menudo la complicidad de los editores. Hay episodios que algún lector recordará porque saltaron a la prensa, y quizá podría haber abundado más el autor en otros asuntos como los festivales, pero tiene esta novela la ventaja de su ligereza: se lee con rapidez y no cansa.

Como divertimento, con humor bien medido y prosa a ráfagas brillante, esta novelita ejemplar no cuenta nada que no se sepa en el medio poético, pero lo hace desde la efectividad de no ponerse seria, engolada, solemne, a diferencia de esos poemas glosados del querido Líder Supremo con los que se nos regala de pasada al final del volumen.

Los insignes (Sloper, 2015), de David Pérez Vega | 200 páginas | 15 €

admin

4 comentarios

  1. Hola, Antonio
    Muchísimas gracias por esta reseña, me ayuda a decidirme sobre la compra de este libro. A David Pérez Vega lo conozco desde 2012 por su blog, que visito con frecuencia, en especial los fines de semana, que es cuando tengo más tiempo. A pesar de no tener contacto directo con él, me parece un escritor y lector interesante. El otro día, cuando salía del trabajo, vi su libro en el escaparate de una librería de Madrid, me llamó la atención de inmediato y estuve tentado de comprarlo, pero necesitaba alguna opinión más. De hecho, tengo un amigo gran lector al que escribí un correo electrónico ese mismo día por la tarde, preguntándole si había leído algo de Pérez Vega, pues no quería arriesgarme sin conocer su veredicto. Veintidós minutos más tarde tenía su respuesta en la bandeja de entrada de mi correo; me dijo que sólo había leído su poesía y que guardaba buen recuerdo de ella, pero no conocía su prosa, así que continué con mis dudas. Esta reseña me ayuda a despejarlas, es posible que mañana, cuando vaya a casa de mis suegros, vuelva a pasar delante de la misma librería. Si el libro sigue allí lo compraré. La verdad es que la editorial de Ramón Piña está publicando cosas muy interesantes.
    Saludos

  2. Qué responsabilidad siempre recomendar, pero creo sí, que te divertirá esta novela. Un saludo.

  3. Hola Antonio:

    Muchas gracias por la reseña, me ha gustado mucho el enfoque.
    Sobre el tema de los festivales: si te digo la verdad es que al pobre Ernesto le pasa lo mismo que a mí, que somos demasiados insignificantes como para haber sido invitados a festivales de poesía y cuando me meto en temas de ciencia ficción que requieren de no dejar caer la verosimilitud narrativa tengo mucho cuidado en no hablar de lo que no conozco.
    Al revés me ocurre con el tema de Corea del Norte: me siento cómodo hablando de ella porque, cuando me invita Dennis Rodma,n allá me voy con él a echar unas canastas en las pistas de Pyongyang con el Querido Líder, que parece que no pero no te lo imaginas haciendo mates; y por tanto conozco el ambiente de primera mano.

    Pingüino: muchas gracias por el interés hacia mi blog y hacia mi libro, esperemos que ese ejemplar siga en el escaparate de la librería y que le pueda gustar.

    Por cierto, ¿de qué librería estamos hablando? porque me encantaría pasar por delante para ver un libro mío en el escaparate de una.

    Un abrazo a los dos.

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