Cicatriz
Sara Mesa
Anagrama, 2015. Colección «Narrativas Hispánicas»
ISBN: 978-84-339-9792-0
200 páginas
16,90 €
José Martínez Ros
A lo largo de sus últimas novelas, de Un incendio invisible a esta recién publicada Cicatriz, pasando por Cuatro por cuatro, finalista del Premio Herralde, la sevillana Sara Mesa ha ido construyendo lo que podríamos llamar un mundo narrativo propio que se desarrolla y crece en interés libro tras libro. En el universo literario de Sara Mesa abundan los espacios cerrados y opresivos, los personajes solitarios e hipersensibles, los enigmas sin una solución clara, las rutinas asfixiantes y las transgresiones imprevisibles.
Mientras que Un incendio invisible y Cuatro por cuatro no estaban situados, con claridad, un poco como las fábulas kafkianas, en ninguna época determinada, el horizonte temporal de Cicatriz es, nítidamente, nuestro presente, cuando internet es uno de los principales, si no el principal, modo en que dos desconocidos pueden dejar de serlo, en el que se han creado nuevas formas de relación y nuevos tipos de soledad. Sonia es una joven de nuestro tiempo, con un trabajo oficinesco a medias aburrido, a medias absurdo, como tantos otros, y que entra en un chat literario por simple tedio. Allí se cruza con el otro gran protagonista de este libro, Knut, un tipo extraño, a veces fascinante, cultísimo y misántropo, que reside en otra ciudad y que, según cuenta, subsiste a base de pequeños robos en grandes superficies comerciales. Knut y Sonia establecen una relación “virtual”, hasta cierto punto clandestina, en la que, como suele suceder en internet, no están ausentes ni la obsesión ni la idealización basada en fantasías (o pesadillas) personales.
Sobre esta historia, Mesa podría haber escrito un magnífico ‘thriller’, pero la autora no está interesada tanto en el suspense como en el estudio de la psicología de sus personajes; es la fuerza de sus caracteres y de la situación que plantea la que sostienen la novela, que se lee con avidez de principio a fin. En particular, Knut aparece como un personaje manipulador que trata de atrapar a Sonia en una red de absoluto control, sirviéndose de los intereses comunes culturales y de una serie de pequeños y grandes “regalos” -perfumes, ropa cara, etc- obtenidos de sus robos. En cierta manera, Mesa parece que está reescribiendo el mito de Pigmalion: Knut, en la distancia, parece que trata de moldearla y “educarla”, mientras que ella, insatisfecha con su vida, sin demasiada capacidad de reacción, va cediendo a sus requerimientos hasta que… Precisamente, uno de los aciertos de la autora es contar esta historia, básicamente, desde la perspectiva de Sonia, un personaje con el que resulta mucho más sencillo identificarse para el lector, asediado tanto por sus carencias afectivas y profesionales, como por el atractivo/siniestro Knut.
De esas tres novelas que citábamos al principio de Sara Mesa, Cicatriz es, con mucho, la más lograda y la que mejor consigue apoderarse de la atención del lector. Lo es por la originalidad de la situación y del modo siempre imprevisible e imaginativo en el que se desarrolla -una particularísima historia de amor y obsesión enrarecida, turbia, imposible, viciada desde su comienzo-; lo es por los dos personajes principales, tan desiguales y, al mismo tiempo, tan creíbles; y lo es, por último, por la escritura de Mesa, sobria, directa, a la altura de cada escena, diálogo o descripción, que nos conduce hasta un final a la vez abierto y cerrado. Una novela estupenda y que, además, enriquece en perspectiva de las anteriores; un nuevo hito de una obra en desarrollo que -estamos convencidos- nos seguirá sorprendiendo en el futuro.
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