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El mecánico que no sabía conducir

EDUARDO CRUZ ACILLONA | Cuando alguien llega a cierto nivel de excelencia en su oficio, ya sea escritor, cantante, político, filósofo, etc…, no es raro que los catálogos editoriales se llenen de biografías del sujeto en cuestión. Más aún si, como es el caso que nos ocupa, dicha persona no sólo ha recibido el Nobel de Literatura, sino que es el primer galardón de ese nivel en su país de origen.

Así, a nada que rebusquemos en las librerías, podemos toparnos con biografías y estudios sobre la obra de José Saramago firmadas por Joan Morales Alcudia, Fernando Gómez Aguilera, Francesc Ponsa, Asunción Muñoz, Armando Baptista y un largo etcétera tanto en lengua portuguesa como española. Todas ellas se revisten, en mayor o menor medida, de una pátina academicista, doctoranda, ensayística, periodística, profesional. Sin embargo, hay dos que destacan sobre el resto por sus marcadas diferencias con la biografía al uso. Ambas, curiosamente, editadas este mismo año. La primera la firma la periodista Pilar del Río, esposa y traductora al castellano de José Saramago y presidenta de la Fundación que lleva su nombre. Se titula La intuición de la isla (Itineraria Editorial, 2022) y cuenta de primera mano sus años compartidos en su casa de Lanzarote, descubriendo a ese Saramago íntimo, sus paseos, sus conversaciones, sus horas de trabajo, sus encuentros con amigos, etc… La segunda es José Saramago. La altura del hombre, escrita por Mercedes de Pablos, también periodista y amiga íntima de la pareja en cuestión.

En esta última, escrita a medias entre el rigor académico y el cariño a manos llenas, recorreremos la vida de Saramago desde sus inicios como alumno en la escuela hasta su experiencia, ya en sus últimos años, como bloguero para la página web de su Fundación. En medio, todos y cada uno de los hitos, mayores o menores, (al fin y al cabo, todos los hitos marcan, irremediablemente, el camino de nuestras vidas) que hacen de José Saramago el mayor autor en lengua portuguesa, con permiso de Fernando Pessoa y de todos sus heterónimos, que son multitud, y uno de los intelectuales más íntegros y comprometidos de los últimos tiempos. Aquí encontraremos a ese niño curioso que se adentra en las bibliotecas y devora libros robándole tiempo a sus estudios de mecánica de coches en la escuela (y que nunca le llevaron a sacarse el carné de conducir); el descubrimiento de la poesía como lenguaje estricto, medido, ajustado, musical, ese lenguaje que luego él irá volcando en toda su obra y definirá para siempre su estilo; su vida austera trabajando en diferentes oficios, sus traducciones, la publicación de sus primeros cuentos, sus novelas, el descubrimiento mutuo entre él y Pilar, su consagración como escritor, su reconocimiento final con el premio Nobel de Literatura, sus incontables doctorados Honoris Causa en universidades de medio mundo, su nombre en infinidad de bibliotecas públicas… Y todo contando desde dentro, desde la perspectiva de una persona que ha caminado a su lado, que ha conocido sus dudas y sus éxitos, sus reflexiones y sus anécdotas, de primera mano, en persona, profesando admiración y cariño tanto al autor como a la persona, emocionándose y haciéndonos emocionar cuando narra ese momento (sara)mágico en el que todo un pueblo enarbola libros como puños para despedir a uno de los suyos, a uno de los nuestros.

Más allá de sus textos, esta biografía está llena, como no podía ser de otra manera, de su extensa y comprometida obra social, su apoyo incansable a todo tipo de colectivos injustamente tratados, su reivindicación de los Derechos Humanos por bandera y, por encima de todo, su ideario no tanto político, que también, como vital, recogido para la historia en contundentes frases a modo de titulares (no en vano su cercanía profesional con el periodismo). Frases como “Somos el eslabón entre el mono y el ser humano” o “En el mundo hay dos potencias: los Estados Unidos y tú. No renuncies a tu poder”.

Con el permiso de Pilar del Río, que me consta que lo tiene, seguramente esta sea si no la más extensa, sí la más completa biografía del autor portugués, un hombre que, sin haber aprendido a conducir, llegó a ser grande a base de ser íntegro, algo que aprendió leyendo un poema de Pessoa esculpido en su monumento funerario instalado en el monasterio de Los Jerónimos de Belém:

“Para ser grande, sé íntegro; nada

tuyo exageres o excluyas.

Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres

en lo mínimo que hagas.

Así en cada lago la luna toda

brilla, porque alta vive.”

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NOTA AL MARGEN: Esta biografía pertenece a una colección que ya integran autores andaluces como Pablo García Baena, José Manuel Caballero Bonald, Vicente Núñez y Rafael Guillén. La iniciativa fue idea original de la directora del Centro Andaluz de las Letras, Eva Díaz Pérez. Pocos días después de la publicación de este libro, conocimos por la prensa su inexplicable destitución del cargo. El cuchillo que, metafóricamente, cortó su cabeza es el mismo que hizo lo propio con su antecesor en el cargo, Juan José Téllez, y, curiosamente, con la autora de la biografía, Mercedes de Pablos, cuando dirigía el Centro de Estudios Andaluces en la anterior legislatura. Parece ser que en Andalucía el poder político cuenta con mecánicos que no saben conducir, pero que se empeñan en ejercer de chóferes de todos nosotros guiados por un GPS peligrosamente obsoleto.

José Saramago. La altura del hombre (Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, Junta de Andalucía, 2022) | Mercedes de Pablos | 136 págs. | 0,00€

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