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El olor punzante de la humedad

MANUEL MACHUCA| Hace muchos años tuve la oportunidad de visitar un lugar mágico en la provincia argentina de Tucumán. Era un hotel, en el que apenas estuve el tiempo que se tarda en tomar un café. Se situaba en una colina desde la que se podían observar las llanuras tucumanas por las que probablemente se paseó el nazi Adolf Eichmann, los antiguos ingenios azucareros que procesaban la caña de azúcar y que cultivaron muchos emigrantes andaluces, y las lejanas cumbres calchaquíes que limitaban el reino inca del Tahuantinsuyu. En aquel hotel de apenas siete u ocho habitaciones, probablemente una antigua hacienda azucarera, se respiraba una paz que casi veinte años he vuelto a sentir al leer esta obra de la escritora francesa que acaba de rescatar Acantilado. Leyendo en el sofá de mi casa, regresé de nuevo a aquel edificio bellísimo, a aquel paisaje inolvidable que nada tiene que ver con el contenido de este conjunto de cuatro relatos. Al Hotel Colette.

Si resulta obvio que recomendaría el hotel a cualquier viajero no turista devoto de hospedarse en lugares singulares y ajenos a las contaminantes rutas turísticas de hoy, también haría lo mismo con estos cuatro relatos de la escritora francesa que fue presidenta de la Academia Goncourt desde 1949 hasta su fallecimiento en 1954.

Sidonie-Gabrielle Colette fue una escritora de una vida de lo más singular, que fue llevada al cine en 2018 en una más que interesante película, que también recomiendo, en la que fue interpretada por la actriz Keira Knightley. Casada muy joven con el escritor Henry Gauthier- Villars, «Willy», este se dio cuenta muy pronto del talento de Colette y la explotó, tal y como hacía con otros «escritores fantasma», haciéndola redactar obras que luego firmaba él. Cuando al fin puedo desembarazarse de tal gorrón, pudo afianzarse como escritora y desarrollar una carrera propia.

El quepis y otros relatos es una obra compuesta por cuatro textos en los que aborda el amor, o la aventura amorosa más bien, desde diversas ópticas escandalosas para su tiempo, y en algunos casos, también para el nuestro, ahora que lo políticamente correcto se ha constituido como el nuevo disfraz bajo el que se oculta el puritanismo.

En el primer relato, el más largo y el que da título al libro, se cuenta la historia de amor entre una viuda madura y un joven militar. En el segundo, La mocita, se narra la aventura entre un varón maduro de cincuenta y dos años y una jovencita de trece años, en el que resulta inevitable recordar a la Lolita de Nabokov. En ambos relatos, la escritora francesa elige el punto de vista, en el primero desde una mujer amiga de la protagonista y en el segundo desde el hombre que seduce a la niña, de contar las historias a una tercera persona que escucha. En el tercero, El lacre verde, Colette utiliza la primera para relatar los sucesos del segundo matrimonio del fallecido señor Hervouët, y es ella misma la que aparece como narradora de la historia, ya que en el texto pueden identificarse a su madre, Sidonie Landoy, «Sido», y su padre, Jules-Joseph Colette, militar que perdió una pierna en la batalla de Melegnano de 1859, como integrante del ejército franco- piamontés en la guerra por la independencia de Italia, y que en el texto aparece descrito como el hombre que no ha perdido su vigor de amputado. Y finalmente, en el cuarto, Armande, el relato utiliza la tercera persona para hablar sobre la timidez en el amor.

El quepis y otros relatos es un libro para leer detenidamente y deleitarse con el magisterio de la pluma de la escritora francesa. A pesar de que hay historias más interesantes que otras, y en este sentido creo que el libro decrece de interés conforme se suceden los relatos, hay que destacar por encima de todo la forma en la que Colette escribe. Las descripciones de los ambientes, los retratos de los personajes son magníficos. Las imágenes que utiliza, extraordinarias. Tanto lo son que no necesita de carga moral alguna para que el lector realice su propio juicio. Y antes de hacer ninguno, lean algo sobre la vida y la forma de estar en el mundo de la escritora francesa, auténtica reivindicadora de los derechos de la carne sobre el espíritu, del olor punzante de la humedad.

Como habrán podido comprobar, poco tiene que ver aquel Hotel Colette tucumano con la obra de la escritora francesa, es lo que tienen las experiencias personales. Pero cuánto hubiera deseado poder haber leído allí el libro. O, puestos a soñar, haber escuchado las historias de boca de la escritora. Porque este libro es un delicioso susurro para los oídos.

El quepis y otros relatos (Acantilado, 2021) | Colette | Traducción de Núria Petit)| 144 páginas| 14,00 € |

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