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El poema bien hecho o la nada

JUAN CARLOS SIERRA | Juan Carlos Abril (Los Villares, 1974) no ceja en su empeño por poner poéticamente hablando los puntos sobre las íes. Panorama para leer. Un diagnóstico de la poesía española, su última publicación en torno a la poesía española contemporánea, así lo demuestra.

Comienza Panorama para leer con un Prólogo llamado ‘Aviso para navegantes’. Robándole el título y la intención a su autor, creo que sería honesto por mi parte iniciar esta reseña poniéndome bajo su sombra. Así que me permito lanzar mi particular ‘Aviso para navegantes’ a propósito de lo que viene a continuación: si te interesa lo que se está escribiendo poéticamente hablando en España en los últimos años, este es tu libro o podría serlo; si no estás interesado, pero te pica la curiosidad, también; sin embargo, si a ti lo que te va es lo que publican los poetas mediáticos y digitales, los de Instagram y Youtube, los Ryden, Defreds, Irene X, Patricia Benito, Elvira Sastre,… deja de leer esa reseña y no te acerques por Panorama para leer; o, pensándolo mejor, abandona esta página inmediatamente y lee con atención el libro de Juan Carlos Abril para que te hagas una idea de qué es exactamente eso que llamamos poesía, que –te sorprenderás- no coincide con lo que tú pensabas ni con lo que actualmente más se vende como tal en librerías sin mucho criterio poético y grandes superficies –sería un pleonasmo añadir en este caso lo de la falta de criterio poético-.

            En el Prólogo de Panorama para leer, el autor advierte de su intención: “…el principal objetivo de este volumen es mostrar lo que se está haciendo”, pero no todo, sino un ramillete, un extracto del conjunto de “obras logradas”, como diría Eliot, poemarios que reúnan dos condiciones básicas: que supongan en sí un descubrimiento –que propongan algo nuevo- y que ese algo se vehicule a través de una forma lingüística adecuada. Esto que parece tan fácil de entender y de enunciar, realmente es algo casi exótico en el panorama hiperinflacionario de la lírica última española. De ese exotismo, que no es tal, trata de dar fe Panorama para leer bajo un sólido y bien fundamentado aparato argumentativo científico-filológico que se extiende a lo largo de las reseñas que forman parte del libro y se concentra muy significativamente en las casi veinte páginas de su introducción titulada “La tercera vía. Un cambio de paradigma en la poesía española”.

            De entre todo lo que aparece en esta, llama especialmente la atención el estudio sociológico que lleva a cabo el autor para apuntar directamente al cáncer que está acabando con la poesía o ya ha acabado con ella: el mercado y la amalgama teórico-práctica neoliberal (el capitalismo salvaje) aplicados al fenómeno lírico. No adelantaré mucho más al respecto, porque robaría al lector su parte del trabajo, pero también su disfrute al ir descubriendo paso a paso el camino argumentativo recorrido por Juan Carlos Abril en su exposición.

            Otro de los aspectos reseñables de esta introducción es la acertada acuñación del término ‘subpoesía’ (frente a ‘poesía’) para definir al fenómeno derivado de lo anterior y al que ya nos hemos referido en el inicio de esta reseña. Evidentemente, la ‘subpoesía’ no sobreviviría con tan buena salud mediática y mercantil si no existiera en paralelo o, más atinadamente, como sostén teórico lo que Juan Carlos Abril denomina ‘subcrítica’, que copa suplementos literarios, revistas ídem,… y se muestra sumisa y obediente a los intereses de grupos de comunicación poderosos. Nada nuevo bajo el sol, no obstante, como ya dejó escrito Constantino Bértolo en La cena de los notables allá por el año 2008.

            En medio de esta confusión, la poesía española actual intenta sobrevivir sacando el cuello, tomando aire elotianamente hablando, es decir, agarrándose al clavo ardiendo del poema bien hecho, una de las reivindicaciones fundamentales de Juan Carlos Abril en Panorama para leer. Esta es la vía, la tercera vía, el cambio de paradigma que propone el autor como conclusión en su estudio introductorio y que ya apuntaba en su antología de 2008 Deshabitados. La clave se encuentra en no repetir errores pasados. No se trata de matar al padre necesariamente, sino de dialogar con él y con todas las tradiciones anteriores para avanzar sin repetir clichés, frases hechas o rimas fáciles; sin perder nunca la máxima del poema bien hecho.

            De ahí que las corrientes, las estéticas, los modos y las modas, no importen demasiado. No se trata de crear escuelas como si fueran trincheras poéticas como antaño, sino de convivir en la excelencia poética. De ahí, pues, el ramillete de reseñas y autores que componen Panorama para leer pero, sobre todo, su variedad, su polifonía nada cacofónica. Seguro que falta algún título importante de los publicados en el periodo entre 2014 y 2018, que es la horquilla temporal que abarca el libro que comentamos, porque, como reconoce su autor, no es posible leerlo todo, pero está claro que aparecen algunos de los nombres fundamentales de la poesía última española: Carlos Pardo, Erika Martínez, Pilar Adón, Ariadna G. García, Luis Bagué Quílez, Luis Muñoz, Juan Manuel Romero, Miriam Reyes, Abraham Gragera, Rafael Espejo, Juan Antonio Bernier, Ana Gorría, Andrés Navarro, Fruela Fernández, Josep M. Rodríguez, Álvaro García,… A esta nómina habría que sumar al propio Juan Carlos Abril, poeta de trayectoria sólida y consolidada cuyo último libro En busca de una pausa (2018) se encargó de reseñar en Estado Crítico Rosario Pérez Cabaña (http://www.criticoestado.es/la-transparencia-del-espejo-ahumado/)

            Los textos que aparecen en Panorama para leer proceden en su mayoría de publicaciones del ámbito universitario, como queda recogido en las páginas 280-284. Aunque algunas de las reseñas hayan sido retocadas para entrar en este libro, esta procedencia académica le confiere al conjunto un rigor científico-filológico envidiable, de un altísimo nivel intelectual, algo a lo que nos tiene acostumbrados Juan Carlos Abril en sus trabajos de corte más teórico. Sin embargo, este aspecto lastra de alguna manera su poder divulgativo, que no necesariamente ha de estar reñido con el rigor. Este hecho puede llegar a ceñir al libro al ámbito lector de los iniciados no solo en cuestiones relativas al panorama lírico español actual, sino sobre todo en el terreno de la filología, de la literatura comparada, de los estudios universitarios,… Pero, como afirma Juan Carlos Abril a propósito de la lectura de poesía, quizá este libro pida un tipo determinado de lector independientemente de su formación e intereses, uno que no tenga prisa, que mastique y saboree cada palabra, cada concepto, cada argumento, un lector curioso, inquieto intelectualmente, explorador,… en definitiva, todo lo contrario a un ‘sublector’ de ‘subpoesía’ o de ‘subcrítica’.

            Panorama para leer es, de momento, la última entrega de una labor en marcha, de un trabajo teórico en torno a la poesía actual española cuyo inicio podría buscarse en Dehabitados (2008) y que continuó con Lecturas de oro. Un panorama de la poesía española (2014). En este sentido, esta faceta ensayística dentro de la obra de Juan Carlos Abril lo hace ocupar un lugar destacado dentro del panorama de estudiosos del fenómeno lírico español en presente continuo, al lado de figuras tan notables como Luis Antonio de Villena, José Luis García Martín, José Andújar Almansa, Vicente Luis Mora o Domingo Sánchez Mesa. Pero la cosa no queda aquí. El “continuará” con el que cierra el estudio introductorio promete nuevas entregas que esperaremos con paciencia quienes ya estábamos interesados en estos temas líricos nacionales y los que hayan podido engancharse tras la lectura de este Panorama para leer. Un diagnóstico de la poesía española.

Panorama para leer. Un diagnóstico de la poesía española. (Bartleby, 2020) | Juan Carlos Abril | 290 páginas | 18 €

admin

Un comentario

  1. Un libro en el que el autor demuestra el tiempo que ha pasado en las soporíferas aulas de una Facultad de Teoría de la Literatura, donde todo lo humano se traduce en un lenguaje insoportable para iniciados, una jerga que no significa nada.

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