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Elegía desde el crepúsculo


Proyecto para excavar una villa romana en el páramo

Luis Antonio de Villena

Visor, 2011. Colección «Visor de Poesía»

ISBN: 978-84-9895-802-7

137 páginas

10 €

Juan Carlos Sierra

Creo que fue cuando Paul Weller publicó su disco Heliocentric, después del inconmensurable Heavy soul. Entonces -corría el año 2000- algún crítico de una de las cabeceras punteras del periodismo patrio decía algo así como que el músico británico estaba empezando a repetirse. También recuerdo que por entonces Ramiro Domínguez, mod de primera hora y director ahora de Sílex Ediciones, y quien suscribe esta reseña llegábamos a la conclusión de que bendita repetición, de que preferíamos seguir disfrutando del Paul Weller que nos había emocionado y nos seguía -y nos sigue- poniendo lo pelos de punta. Es más, pensábamos, después de varias vueltas al disco, que algo sonaba diferente, aunque dentro de un esquema que adorábamos y que no queríamos perder.

Si cito estos recuerdos musicales es porque al nuevo libro de Luis Antonio de Villena algún crítico literario ahora puede achacarle el mismo «bendito» efecto -que no defecto- repetitivo. Sí, en Proyecto para excavar una villa romana en el páramo se dan cita todos los ingredientes que han hecho de la poesía de Luis Antonio de Villena lo que es: culturalismo -grecorromano fundamentalmente-, sensualidad, corporeidad, nocturnidad canalla, moral aristocrática, reivindicación de la ética del fracaso, personajes socialmente poco convencionales,… Solo por esto que apuntamos ya merece la pena volver a leer a de Villena, siempre y cuando se dé la condición de que al lector le interese el universo que el poeta madrileño ha ido componiendo desde Sublime Solarium (1971).

No obstante lo dicho, hay que advertir que Proyecto para excavar… contiene novedades nada desdeñables. La principal y la que vertebra el conjunto de los poemas recogidos en esta obra tiene que ver con su marcado tono elegíaco. Aunque en otros libros de Luis Antonio de Villena la elegía pueda estar más o menos presente, lo novedoso en su último poemario se halla en el sostenimiento de este acento a lo largo de la gran mayoría de los 71 poemas que lo componen y en la perspectiva elegida por el poeta para escribirlos: la última vuelta del camino de la vida -aunque su biografía y su edad contradigan esta postura-.

Desde quien se siente al final del trayecto se observa y se canta la vida, la memoria y el olvido, pero también la vejez presentida -fea, humillante y cruel- y la muerte futura -dulce y sin dolor, si puede ser-, se ajustan cuentas con la historia en primera persona y con aquellas historias de otros truncadas demasiado pronto -porque “jóvenes mueren quienes los dioses aman” nos decía el poeta en «Que la mala vida es maravillosa» (Como a lugar extraño, 1989)-, se recuerda amargamente la amistad -traicionera en la mayoría de los casos-, se vuelve a la infancia sobreprotegida de hijo, sobrino y nieto único y a una adolescencia inhóspita,…

Este echar la vista atrás desde la conciencia del deterioro y de la pérdida se carga -y aquí encontramos otra de las novedades del libro- de un fardo autobiográfico más pesado que el que se puede encontrar en otras obras de Luis Antonio de Villena. No sé si se puede concluir necesariamente que se trata de los poemas más sinceros que nunca haya escrito de Villena, pero lo que queda claro en Proyecto para excavar… es que la trama de lo ficcional queda aquí claramente adelgazada a favor del autobiografismo.

Para ir concluyendo, aunque la riqueza de la última entrega de Luis Antonio de Villena daría para un análisis mucho más extenso, habría que destacar por otro lado que lo elegíaco en Proyecto para excavar… no se detiene en el matiz de pérdida que parecen contener los asuntos hasta aquí tratados. A la manera clásica -otra vez la tradición grecolatina-, muchos poemas se encuentran cargados de excitación, de placer, de plenitud, de gozo, de vida vivida intensamente.

Y ya que estamos hablando de tradiciones elegíacas, da la sensación de que de Villena en este libro recoge también un legado mucho más cercano en el tiempo y en el espacio. No sé si deliberadamente, pero el conjunto de los poemas de Proyecto para excavar… recuerdan al Gil de Biedma de Poemas póstumos, más concretamente al poeta que escribió dentro de esta obra «Arte de ser maduro» e «Himno a la juventud», cara y cruz de lo elegíaco, haz y envés del discurso mantenido por Luis Antonio de Villena en Proyecto para excavar…

Así, pues, parece que ni Proyecto para excavar… es tan repetitivo como cabría concluir de una quizá apresurada primera lectura, aunque tampoco desmejoraría el conjunto. Ni tampoco lo era probablemente el Heliocentric de Paul Weller.

admin

4 comentarios

  1. Alicante celebra al crítico con una andanada de horchata fresca. Bien, bien y bien.

  2. Juan me imagino que el libro de Luis Antonio de Villena es claro y potente suele ser, ya me gustará leerlo, se lo pediré, comprando of course a Chus cuando le vea. Gracias. Ramiro

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