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Fantasías muy humanas

REYES GARCÍA-DONCEL | Se agradece leer Nosotros no quemamos libros, nueve relatos de naturaleza fantástica escritos con una voz narrativa llena de humor e ironía; historias muy imaginativas que abordan temas como el miedo, la muerte, la lejanía de la Naturaleza, la amistad e incluso la denuncia política. A menudo beben de cuentos infantiles con ogros, sapos y princesas; de mitos clásicos o de mundos fantásticos sobradamente conocidos como La guerra de las galaxias o Juego de tronos, mundos que ya no pertenecen, que nunca pertenecieron, a sus guionistas y creadores, pues son referentes culturales del imaginario colectivo formado desde la infancia. En la mayoría de las historias los temas, los protagonistas o los mundos construidos se saben imposibles, pero Enrique Vázquez Paz consigue que la lectora haga con gusto el pacto de verosimilitud y continúe leyendo. Y quiero destacar la fuerte vinculación del autor con la provincia de Cádiz, deduzco que probablemente por motivos biográficos, ya que conoce bien comarcas y pueblos como Conil, Barbate, Trebujena, Caños de Meca…escenarios de muchas narraciones.

Pasamos a analizar los relatos:

En un Jardín de Ohio: una mujer policía se toma la justicia por su mano y, a pesar del miedo que la atenaza, mata a un psicópata asesino que es el ogro de los cuentos. Un saco de pienso la mar de rico crítica la pérdida de relación entre la sociedad y la Naturaleza, y evoca la llamada de lo salvaje mediante una manada de hombres y mujeres lobo. Mortal Bess in los Caños de Meca reflexiona sobre el azar y la muerte, que puede ser caprichosa. Un relato que nos recuerda a la estética del cine de Tarantino con sus sicarios de códigos morales ambiguos y su diálogo inicial sobre abejas, reminiscente del de las hamburguesas en Pulp Fiction.

El relato El planeta de los sapos que, como dice en su cita inicial es «un cuento de hadas en el interior del culo de un cuento de ciencia ficción», se erige en una parodia de la ciencia ficción clásica: el universo está dominado por los Superiores Interplanetarios y la especie humana ha sido aniquilada, o eso creen, porque sobrevive un tal Mariano —por cierto, oriundo de Trebujena— centro de una nueva religión: el marianismo. Sapos y princesas unidos a viajes interestelares por «la puta vía láctea» y como protagonistas una bruja que habla cambiando el orden lógico de las palabras, estilo Yoda; y Titus, viajero interestelar, una versión de Hans Solo, aventurero, oportunista, negociante y mujeriego: «se le erizó todo el vello del cuerpo y se le empinaron las orejas retráctiles», como nos muestra en esta escena de sexo galáctico. Un mundo muy distinto menos por la afición a la cerveza y porque sigue habiendo «toda la jodida basura del universo amontonada frente a sus engranajes».

A Lucifer le gustan las cosas sencillas nos muestra un destino horrible, implacable e imposible de eludir contenido en un simple álbum de cromos. El peso de su firma denuncia cómo el futuro de las personas está en la voluntad del dictador. Y La puta gran ciudad es la historia de un seductor que abandona a las seducidas donde de nuevo aparece una muerte de naturaleza caprichosa.

En el ámbito de la fantasía más clásica, El pozo del horror presenta ecos de Hamlet: traición, asesinato y usurpación del trono, y de las leyendas artúricas con su castillo lleno de pasadizos, objetos mágicos como espadas o anillos, dragones y otros monstruos. La historia nos muestra los valores de la juventud, la valentía y la amistad, y cómo el honor y la rectitud terminan destruyendo al mal.

Finalmente, el relato que da título al libro: Nosotros no quemamos libros, es uno de los mejores. Narra la historia de un represaliado de la dictadura de Pinochet que tras su peripecia vital termina en Conil. La amistad entre Ernesto y Manuel, que se salvan la vida mutuamente, permanece más allá de la muerte. Una historia con fantasmas que reflexiona sobre la memoria, la infancia y la redención.

En definitiva, Nosotros no quemamos libros son nueve relatos con una magnífica combinación de humor y fantasía, donde el autor nos transporta a universos imaginativos sin perder de vista la naturaleza humana. Como dijimos al inicio, un libro que se agradece porque invita a la reflexión, también a la sonrisa, mientras se disfruta de una literatura bien trabajada.

Nosotros no quemamos libros (Ed. Extravertida 2024) | Enrique Vázquez Paz | 238 páginas | 18 €

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