ROSARIO TRONCOSO | Para no caer en una visión en exceso laudatoria por admiración y afecto al reseñar libros de buenos amigos, se han de usar las gafas de lejos y aplicar todo el rigor a la lectura desde la objetividad y la precisión. Y confieso que es un gustazo corroborar que Carmen Canet es referente absoluta del aforismo actual. Por prescripción facultativa se recomienda Monodosis (Trea), cuya fórmula debe ser administrada en tres pasos, Dosis, Monodosis y Sobredosis, tal como se estructura el libro. No se observan contraindicaciones, pues la posología indicada garantiza un disfrute curativo para los amantes del género del decir breve.
En el Prospectum Vitae con el que la autora toma de la mano a sus lectores, se amplía cómo debe ajustarse la toma, qué cantidades y qué tiempos, para que este remedio a la mediocridad surta los efectos deseados. Rápidamente pasan a la sangre ideas que alumbran el camino.
En Dosis, la primera parte, los aforismos se disponen en tres apartados. En Esas pequeñas cosas y en La vida así es somos conscientes de la necesaria cotidianidad que ayuda a vivir: “Transformaba la realidad a través de la ternura”, “Una hija que duerme a su madre contándole historias” o “Las cámaras fotográficas y las fotografías nos retratan”, son píldoras escogidas que liberan toda la emoción de lo realmente importante. Además, de forma brillante el lector se presta al juego de la vida a través del lenguaje y el pensamiento: “La vida es como un idilio: ideal y liosa”, porque además “La vida es un borrador que no se puede pasar a limpio”.
Para concluir Dosis, en Necesario el amor Canet aborda un tema universal de la literatura desde un prisma distinto, y aquí las breverías son disparos certeros cargados de experiencia y actualidad: “Desear a quien no te desea es insidioso”, «Menos tú, todo está en internet», “Amar no es necesitar”, «Las relaciones tormentosas debería partirlas un rayo».
En el segundo grupo, Monodosis, la autora vuelca en De mujeres, su personal visión feminista del mundo: “Casada: mujer cansada”, “Era una mujer que tenía una matriz ideológica” son dos aforismos destacados en los que deja entrever una vez más el finísimo humor que caracteriza, en todas sus obras, a Carmen Canet. En De homenajes, los protagonistas son sus autores más admirados, sus referencias literarias desde los clásicos hasta los más actuales. Y en Gramática parda, la intención es puro juego, un baile de palabras por el placer de quien está destinado a «jugar con las palabras» con sutil ironía: “Mi ex: es un oxímoron”.
Ya en Sobredosis, el cierre es un racimo de aforismos en un tono más reflexivo que nos trasladan al tiempo en que la pandemia dejaba al descubierto la fragilidad humana. Pero en Tiempo, soledad y silencio el lector no encuentra tristeza. La intención de nuestra autora es obtener una enseñanza, la utilidad en unas circunstancias que más bien llevan a la pesadumbre, dándole a ésta la vuelta:“¡Veamos una oportunidad en esta inoportunidad!”, “La soledad compartida es una soledad altamente nutritiva”.
Es obligatorio cumplir el tratamiento hasta el final y disfrutar de la lectura medicinal de este magnífico libro cuyos principios activos son la receta perfecta y maravillosa para que florezca la vida en todo su esplendor intelectual.
Rosario Troncoso es poeta y la reseña invitada de hoy en Estado Crítico.
Monodosis (Editorial TREA, 2023) | Carmen Canet | 96 págs. | 12€
Magnífica reseña, capta la sensibilidad y hondura de la autora CC. Todos sus libros de aforismos son un compendio de sabiduría, reflexión sin herir. Hay que leerlos y sobre todo, releerlos.