ALEJANDRO LUQUE | No hay nada como el mar para cultivar el gusto por el misterio. La inteligencia de los delfines. El radar de las ballenas. El cerebro de los pulpos. Los peces abisales. Y después de leer este libro, habrá que añadir a la que se nos presenta como la más misteriosa de todas las criaturas marinas: las anguilas.
No me pregunten por qué empecé a leer esta obra del sueco Patrik Svensson que se ha convertido en un pequeño acontecimiento. Vaya por delante que nunca he practicado el dudoso deporte de la pesca, aunque reconozco que el magnetismo que siento por los mercados en general se vuelve fascinación absoluta al llegar a las pescaderías. Será más bien que de vez en cuando me gusta asomarme a lecturas excéntricas, alejadas de mis gustos mayores, propicias a la sorpresa. Y que me fío del buen hacer del editor Luis Solano y sus Libros del Asteroide.
El anzuelo con que Svensson logra atraparnos desde las primeras páginas es precisamente el del misterio. Las anguilas, esos animalitos alargados, inquietos y viscosos, aparecen en ellas como un verdadero reto al afán de los científicos por llegar a saberlo y explicarlo todo. El primer interrogante abierto es su reproducción, pues –como se encarga de remachar el autor– nadie sabe aún a ciencia cierta cómo son las migraciones de las anguilas hacia su espacio predilecto, que es el mar de los Sargazos, ni cómo vienen exactamente al mundo esas crías.
A partir de ahí, el escritor logra suscitar nuestra curiosidad tocando casi todos los palos: el de la historia científica, con bien hilados relatos por los que desfilan Aristóteles y Freud; con anécdotas en primera persona, pues este libro también es una memoria personal de sus días y noches de lanzar la caña junto a su padre; con nociones de pesca para iniciados, y también con intentos de esbozar una metafísica de la anguila que logra momentos de gran brillantez, sin olvidar un alegato final de carácter ecológico que va más allá de la pancarta reivindicativa para invitarnos a reflexionar, por si no lo hubiéramos hecho ya, sobre la deriva de nuestros mares y del planeta entero.
Sin querer ir mucho más lejos destripando este ensayo narrativo, me quedaré con dos puntos de interés, que rozan casi lo esotérico: una es la idea de que la anguila sea un ser sin edad, que desafía a la disciplina del tiempo tal y como la conocemos para vivir en un tiempo diferente: “¿Acaso sigue una cronología propia, distinta de la nuestra? ¿Quizá la cronología del mar?”, se pregunta Svensson.
La otra es la especulación, absolutamente carente de base científica, pero encantadoramente literaria, de que la anguila pueda tener más de una vida, esto es, que pueda practicar alguna clase de resurrección. Algo que podría provocarnos la risa si no fuera porque, página tras página, el libro ha logrado inducirnos tal sugestión que llegamos al final dispuestos a creernos todo. Allí donde el saber no alcanza, prospera la fantasía. Y la anguila tiene mucho campo para que ésta crezca.
El evangelio de las anguilas es, en fin, un relato bien armado que nos habla de nuestras fascinaciones, nuestros miedos y hasta de nuestras repulsiones, y de cómo algunos animales ridiculizan esa soberbia del hombre contemporáneo sabelotodo planteando cuestiones irresolubles. ¿Acaso no es el misterio, en nuestros tiempos, una especie más a proteger?
Publicado en la revista M’Sur.
El evangelio de las anguilas (Libros del Asteroide, 2020) | Patrik Svensson | 288 páginas | 19,95 € | Traducción de Carmen Montes Cano
