0

La inclasificable

ALEJANDRO LUQUE | Uno de los motivos por los que Natalia Ginzburg resulta una figura apasionante es probablemente la dificultad para etiquetarla. Son muchos los que la invocan para sus causas, ideológicas o literarias, pero ella siempre parece escabullirse, salirse del marco, cuestionar aquello con lo que parece estar de acuerdo. Esa rebeldía ante las verdades indiscutibles, ese constante preguntarse si las cosas son como son o admiten otra óptica, está en sus obras de ficción, pero también en su ejemplo vital. Las primeras han ido siendo reeditadas o rescatadas poco a poco en España, en buena medida de la primorosa mano de Acantilado, pero faltaba una biografía que relacionara esa producción con la peripecia vital de la autora. Ese libro ha llegado por fin bajo el título Audazmente tímida, y es fruto del esfuerzo de la investigadora alemana Maja Pflug.

Biografía a la antigua usanza, sin atrevimientos estilísticos ni de estructura: empieza en el nacimiento de la Ginzburg en Palermo y termina con su muerte en Roma, a los 75 años de edad. Propone un recorrido lineal a través de las relaciones familiares, sus dos matrimonios, sus hijos y por supuesto sus libros, que van surtiendo de citas el relato, así como su ingente labor editorial –sobre todo en Einaudi– y su desempeño político como diputada de la República Italiana.

¿Explica Pflug en su biografía el motivo de esa dificultad para clasificar a la escritora? Lo seguro es que dibuja una existencia lo bastante compleja como para entender por qué Natalia Ginzburg no era una voz dócil, ni gris ni apta para los coros bovinos. Proceder de una familia judía habiendo nacido en los albores del siglo XX y conociendo el fascismo es algo que sin duda deja sus marcas, como perder a un marido después de sufrir éste confinamiento, cárcel y tortura. También vio morir a su segundo esposo, Gabriele Baldini, así como a uno de sus hijos, mientras que otra de sus hijas padeció hidrocefalia.

Una vida muy sufrida, en la que la italiana se revela como una verdadera madre coraje y sale adelante de todas las adversidades, encontrando siempre en la escritura una suerte de tabla de salvación o de infalible refugio: “Mi oficio es escribir y yo lo sé bien, y desde hace tanto tiempo… Si hago otra cosa, si estudio una lengua extranjera, si intento aprender historia o geografía o taquigrafía, o si intento hablar en público o tejer o viajar, sufro… En cuanto escribo historias, soy como alguien que está en su patria”.

Con un estilo muy particular, esa forma única de contar “como una mujer, pero con la distancia y frialdad de un hombre”, en sus libros abordó asuntos que también justifican su vigencia actual: el más evidente son las relaciones familiares, tan centrales en un tiempo de desguace de viejos modelos como el que vivimos, pero también se ocupa la homosexualidad reprimida (su Valentino se adelanta a Las gafas de oro de Bassani, ambos títulos imprescindibles sobre la materia) o el papel de la mujer en la sociedad. 

Aunque a ratos hubiera deseado una profundización mayor en el pensamiento de la Ginzburg, se entiende que Audazmente tímida es una aproximación que invita a los interesados a seguir indagando en el rico universo de la autora de Léxico familiar y Querido Miguel. Poco más puede reprocharse a esta edición, si acaso algunos deslices menores en la traducción, y algo que seguramente excedía los planes iniciales de la biógrafa: hubiera sido estupendo poder abrir el foco y contar algo más, con el pretexto de la vida de la protagonista, de los personajes que desfilan por esta historia, figuras memorables como Cesare Pavese, Italo Calvino, Pier Paolo Pasolini, Elsa Morante o Sandro Penna, entre muchos otros, que habrían completado la fotografía de la época y explicado mejor el mundo convulso que sirve como telón de fondo de las andanzas de esta admirable señora.

El volumen está profusamente ilustrado con imágenes poco conocidas de ese recorrido vital, desde su infancia al momento en que fue una orgullosa abuela. La misma que, después de haber dedicado tantos esfuerzos a escribir y leer lo que otros escribían, al tener a su nieto en brazos exclamó: “Esta es la vida, no los libros”.        

Audazmente tímida (Siglo XXI, 2024) | Maja Pflug | 240 páginas | 20.90 euros | Traducción de Gabriela Adamo.

admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *