EDUARDO CRUZ ACILLONA | No hay nada como el descaro. Y el atreverse. Y el estar convencido y mostrar credenciales. Y lo más: tener razón y que te la den.
Y eso es lo que ha hecho Mercedes Duque con su primer libro de relatos. Tener descaro. Apostar por una forma de narrar, confiar en la voz propia, eso tan extraño en un mundo en el que lo fácil y comercial es copiar el estilo, la música, las manidas poses de los consagrados.
Los días breves es un primer libro de relatos. Y todos sabemos lo que significa eso. Años y años de romper papeles, de desgastar la tecla “Del” del teclado, de renombrar mil veces el archivo “DEF” del Word cuando sabemos que no, que todavía no es definitivo, darle mil vueltas más en menos de ochenta días, añadir un relato, quitar dos, modificar su orden en el índice, volverlo a modificar… Corregir, corregir, corregir…
Hay que tener muchas personalidad, mucho aplomo y, por qué no, muy buenos asesores, para decir “Hasta aquí mi libro”, vamos a sacarlo de la carpeta de “Documentos” y vamos a enseñarlo al mundo.
Los días breves no sólo ha conocido mundo sino que, además lo ha conquistado. Primero, en forma de premio internacional “Juan Ruiz de Torres 2023”. Y, después, mucho más importante, en la opinión de sus lectores, que han hecho pequeña la tirada inicial a base del boca a oído.
Mercedes Duque se nos presenta como una autora valiente, descarada, ya lo decíamos más arriba, en el sentido de ser capaz de adoptar diferentes voces narradoras y salir no sólo indemne, sino exitosa de todas ellas, mostrando su versatilidad en el registro y su manejo de la personalidad tan variada y compleja de sus diferentes protagonistas, lo mismo un adolescente traumatizado, valga la redundancia, que la portavoz de una familia desestructurada en torno a un abuelo con Alzheimer. La capacidad de la autora de adoptar voces narrativas / narradoras tan diferentes con absoluta solvencia y credibilidad es digno de reseñar y subrayar. Los personajes de sus cuentos, en su mayoría jóvenes y adolescentes, tan parecidos, tan diferentes a la vez, hablan con lenguaje propio. Sus historias están tan pegadas a la realidad que parecen una colección de pequeñas autobiografías, de extractos de los diarios íntimos de cada personaje. Curiosamente, en el relato titulado “En el verano de mis doce años”, una compañera del taller de escritura al que asiste la protagonista, le dice a ésta, tras leer uno de sus cuentos, que es “valiente”. Esa misma escena podría valer para resumir esta colección de relatos de Mercedes Duque.
Quien en su primer libro es capaz de escribir “Unos minutos después de salir de Mombuey, la noche se fundió en negro. Ahora, las pocas estrellas que se ven dan la sensación de agujeros hechos con un cigarrillo sobre un paño sucio” tiene mucho camino recorrido en el mundo de la literatura. No pierdan de vista a esta joven autora. Se harán un favor.
Los días breves (Verbum, 2023) | Mercedes Duque Espiau | 122 págs. | 17,90€
