6

Madres no hay más que 39

EDUARDO CRUZ ACILLONA | Recuerdo aquellos remedos de juegos florales que se celebraban en mi pueblo (y seguro que en el tuyo también) en llegando el mes de mayo, normalmente organizados por la sempiterna asociación de amas de casa, y en los que sus más inspiradas socias daban rienda suelta a su torrente interior de desabridas metáforas a mayor gloria de la patrona de la ciudad, madre de dios, o, con más fruición si cabe, de su experiencia vital en ese mismo papel de generadoras de descendencia.

Afortunadamente, los daños colaterales que estas iniciativas provocaban en la Poesía eran bastante limitados y nunca sobrepasaban los límites de las fronteras locales. De no haber sido así, los fondos europeos estarían hoy dedicados a la recuperación del noble arte de componer versos y no del lince.

Y de no haber sido así, hoy no podríamos disfrutar de Maternidades, una antología coordinada por las escritoras Carmen Canet y Rosario Troncoso en la que un total de 39 poetas de verdad escriben sobre su experiencia como madres. 39 escritoras, el mismo número que las semanas que suele durar un embarazo, que, a través del poema, el aforismo o el relato, retratan, seguramente, la etapa más importante y señalada de su vida. 39 autoras presentadas en orden cronológico: un acierto por parte de las antólogas y coordinadoras de este proyecto, pues permite un análisis de la visión de la maternidad durante casi un siglo, desde 1929, año de nacimiento de Dionisia García, hasta el recién pasado 2020, fecha de la última publicación de María Agra-Fagúndez. Un completo retrato generacional donde se aprecian los diferentes puntos de vista y enfoques a la hora de verbalizar la maternidad y la constatación de unos lugares comunes más allá del tiempo como la incertidumbre, el miedo, el vértigo a lo desconocido, el amor incondicional, etc…

El requisito obvio para poder participar en esta antología era el de ser madre, claro, por lo que la lista de candidatas queda condicionada. Y no sé yo ahora mismo si pudiera haberse incluido a alguna otra poeta que, sin ser madre, pudiera haber aportado algún matiz diferente a los ya diferentes expuestos aquí. En todo caso, si de madres se trata, me hubiera encantado encontrarme aquí con nombres como los de Ariadna G. García y Luna Miguel, por mencionar solamente a dos escritoras con una poética original y de alto nivel. Pero las antologías son los que son, no vamos a repetirnos cada vez que reseñemos una.

En Maternidades, que es la que, en todo caso, felizmente nos ocupa, Gioconda Belli trasciende el momento puntual del nacimiento de su hija: “El parto apenas comienza cuando se nace”. Lo mismo que Mónica Doña, aunque en distinto sentido: “…pues según el estado de las cosas / al dar a luz empiezas a morir”. Carmen Canet, en cambio, define con humor el embarazo en un exquisito aforismo: “La mejor danza del vientre”. Raquel Lanseros, por su parte, bautiza a su hijo en el vientre como “el segundo corazón” y dice de él: “El otro es un proyecto de espesura / el alba que despunta perfecta como un blanco…” Para Sihara Nuño, “el embarazo, el parto, la lactancia han sido la perfección de mi poema”. Y ese momento trascendental, el epílogo de los nueve meses, de las 39 semanas, Gracia Morales lo describe así: “Las palabras no alcanzan a decir / el alivio, / la plenitud, / el vértigo”.

También hay poemas de ida y vuelta: no sólo las madres escriben a los hijos, sino las hijas también, como Rosana Acquaroni, escriben a las madres: “Madre / he venido hasta aquí a restañar tus ataduras”. O esa joya en forma de relato que nos regala Marta Cerezales Laforet describiéndonos aspectos desconocidos, tiernos, íntimos de su madre, Carmen Laforet. O su hermana Cristina, narrando con emoción indisimulada la manera en que la madre de su padre aprendió a leer y escribir.

Y entre poemas, aforismo, relatos y confesiones, se cuela una lúcida y de imprescindible lectura reflexión de una de las antólogas, Rosario Troncoso, sobre la visión exterior de la madre, como si quedara anulada o fuera extraordinaria su capacidad para compatibilizar ese rol con el de ser trabajadora, con el de ser poeta, con el de ser un sujeto social y tener vida propia más allá de los límites que marca una cuna. Mucho que caminar todavía en ese sentido, me temo. “Toca”, dice Rosario, “construir sobre los escombros”. Esta antología es un magnífico paso para comenzar a conseguirlo.

Reseña publicada con anterioridad en la web de Tres Pies al Gato.

Maternidades (Sonámbulos Ediciones, 2021) | VV.AA. (antología coordinada por Carmen Canet y Rosario Troncoso) | 166 págs. | 18€

admin

6 comentarios

  1. Supongo que la exclamación y el mensaje irán dirigidos a las autoras. Intentaré trasladárselo 😉

  2. Sí, sobre todo a Luna Miguel. Es una de esas poetas que no cejan hasta subir a Instagram la más perfecta de las fotografías.

  3. ¡Absolutamente! Lo mejor, en mi opinión, su novela El funeral de Lolita. Lo mejor que ha publicado Lumen desde la invención del ferrocarril, la pólvora y la ironía.

  4. Pues no dejes de leer su «Poesía masculina», recién publicada en La Bella Varsovia. Repleto de grandes hallazgos. Pronto la reseñaré por aquí.

Responder a Casaubon Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *