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Siempre te buscaré en todas partes y te encontraré

Durante este mes de julio publicamos reseñas especiales. Les hemos pedido a nuestros estadistas que escriban sobre el libro más destrozado que tienen en sus respectivas bibliotecas. Y éste es el resultado.

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CAROLINA EXTREMERA | En realidad, el libro más destrozado de mi vida no es este, sino otro, pero no se encuentra actualmente en mi biblioteca, sino en la casa de mi infancia. El que ostenta dicho honor es uno juvenil que me llevé a un campamento de verano y se cayó a una acequia. Lo recogí y lo puse a secar al sol y, de hecho, todavía vive. Aunque no sé si habría dado para una reseña interesante.

Sin embargo, el que les traigo hoy es interesantísimo, y está así de estropeado porque ya lo compré de esa guisa en una librería de segunda mano de Londres, en Charing Cross. A lo mejor creen que he hecho trampas, que seguro que aquí en casa tengo otro peor. Aciertan. Pero no se debe a los motivos que creen. ¿Que cómo sé yo lo que están pensando? Porque ya nos conocemos a estas alturas, amigos, no en vano estoy aquí haciendo una reseña especial del mes de julio. Me pueden felicitar si quieren, porque aquí termina mi primer curso en Estado Crítico, y espero que sea el inicio de muchos más. Pero volvamos a mis motivaciones. No he hecho trampas porque A.S. Byatt sea Dios y este libro merezca más la pena ser reseñado que un libro de texto de literatura inglesa –que es el más roto de mi biblioteca actual-. La causa por la que este es el escogido se halla en el propio libro físico, no en su interior. Os desvelaré este misterio un poco más adelante.

Lo que sí es cierto es que A.S. Byatt es una de mis autoras favoritas. Es una escritora muy controvertida en cuanto a que es difícil no amarla u odiarla. Sus detractores se aburren con tanto despliegue de sabiduría –la mayor parte de las veces totalmente innecesario para la trama– y sus adoradores no podemos vivir sin su erudición. Porque sus novelas son profundamente intelectuales y siempre tratan de personas que consideran el pensamiento, la creatividad y el estudio una parte fundamental de sus vidas. El libro de los niños (Lumen, 2010), por ejemplo, comienza en el Victoria and Albert Museum y en sus primeras páginas contiene una descripción pormenorizada del la famosa Gloucester Candlestick. Luego, más adelante, aprendemos hasta de cerámica.

En Possession, Byatt tira la casa por la ventana. Es una novela que podría ser leída tranquilamente al estilo del Código Da Vinci –salvando las enormes distancias– como una historia de académicos que se ven envueltos en una trama detectivesca de investigación literaria en busca del rastro de dos poetas victorianos. A ese nivel, ya es un libro que merece la pena. Además, se puede seguir profundizando, porque la autora incluye en su interior más de cien páginas de los diarios ficticios de los dos poetas, Randolph Ash y Elizabeth LaMotte y más de mil setecientos versos supuestamente escritos por ellos que los académicos analizan. Así que hay en el libro hasta análisis de poesía victoriana que imita, conscientemente, a Robert Browning y a Christina Rossetti.

¿Bajamos otro nivel más? Bajemos y llegaremos también al humor. Porque A.S. Byatt se ríe de todo sutilmente en esta novela, de las maneras victorianas, del tipo de poesía que escribían, de los debates que mantenían y de sus relaciones. Su sentido de la ironía no se limita a los personajes del pasado, sino que se extiende también a los del presente y se ríe de todos los prototipos posibles de estudioso. Hay incluso un académico malvado americano y giros de trama dignos de un culebrón. No en vano nos explica al principio del libro que se trata de un romance o novela de aventuras. Posesssion ganó en 1990 el Booker Prize y fue un éxito de ventas, lo cual es sorprendente para un libro que contiene tanta poesía. Aunque también es cierto que se podría leer saltándose los versos y, aunque se perdería una de las intenciones de la autora, permanecerían el argumento y el estilo. El que nunca se haya leído El Señor de los Anillos saltándose las canciones, que tire la primera piedra.

Como ya no pueden vivir sin saber qué hace especial a mi ejemplar físico de Possession, lo cuento ya. Es la dedicatoria que aparece en las dos primeras páginas. Ahí hay una historia alucinante que me tuvo obsesionada durante mucho tiempo y que, ahora, voy a compartir con ustedes. Aquí la traduzco al español: “Esto es para decir que cosas aparentemente muy complicadas pueden tener explicaciones muy simples y aburridas. Esto es para decir también que no estoy jugando contigo, ni a juegos de poder ni de ninguna otra clase. Esto es para decir que te quiero y te respeto demasiado como para ni siquiera pensar en ello. Y finalmente esto es para decir que el día solo se perdió a medias ya que los dos estábamos en el mismo sitio buscándonos el uno al otro, que siempre te buscaré en todas partes y en todo y te encontraré, pero nunca lo des por supuesto. Creo que te gustará este libro. Por favor, tómate el tiempo de leerlo. Una vez más, te quiero y te respeto. Tuya, Liliane, 29 de Junio de 1991”.

Toma ya. ¿Cómo se les ha quedado el cuerpo? Todo el que quiera especular sobre la relación entre estas dos personas, que lo haga en los comentarios. Cualquier pista o idea es bienvenida. ¿Quién es Liliane? El objeto de su amor, ¿era un hombre o una mujer? Lo que sí tengo claro es que Liliane miente, que sí está jugando a juegos de poder con la persona amada porque, si no, ¿a qué viene ese “pero nunca lo des por supuesto”? Como parece que esta historia no acabó bien para ella, ya que este libro acabó vendido en una librería de segunda mano, caben muchas posibilidades. A lo mejor la otra persona no sentía nada por Liliane y todo estaba en su cabeza o tal vez llegaron a tener una relación amorosa que se estropeó. Cuando compré el libro y leí la dedicatoria creo que desprecié a la chica porque me pareció demasiado intensa, pero ahora ya no estoy segura de que eso sea un defecto. Posiblemente no tenía ni idea de si a la persona amada le gustaría este libro, una novela además muy complicada a varios niveles. Me la suelo imaginar como una estudiante de literatura inglesa apasionada por sus estudios que desea que el objeto de su deseo también se vea implicado en algo que ella adora, como la investigación literaria o la poesía victoriana. El hecho de que el libro obre ahora en mi poder me hace pensar en la otra persona como alguien que acabó abrumado por sus atenciones. ¿Sería una mala persona? ¿Cómo sería la ruptura? Hay tantos interrogantes en esta historia y tan pocas posibilidades de responder a ellos que a veces me planteo fotografiar la dedicatoria y difundirla en redes sociales hasta que se haga viral para saber si puedo localizar a Liliane o a su amor y que nos cuenten su versión.

¿Qué opinan ustedes? ¿No se mueren de curiosidad? Es una interesante coincidencia que esta novela trate de unos académicos, Roland y Maud, que encuentran el borrador de una carta manuscrita y deciden investigar y ahora yo tenga un ejemplar que contiene una dedicatoria misteriosa manuscrita que podría, a mi vez, investigar. Un rizo digno de A.S. Byatt.

Possesion, de A.S. Byatt | Novela

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