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Sweet Vern E. Smith’s Baadasssss Song

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Los reyes del jaco

Vern E. Smith

Sajalín, 2015. Colección «Al margen»

ISBN: 978-84-942367-8-5

267 páginas

20 €

Traducción de Guido Sender

 

 

Fran G. Matute

Siendo una novela escrita por un afroamericano a principios de los años 70 y que trata sobre el mundo de la droga, los bajos fondos y sus luchas de poder, puede uno fácilmente verse tentado a etiquetar Los reyes del jaco (1974) de Vern E. Smith como un producto más de esa ‘blaxploitation’ por la que se comercializaron en la época, sobre todo a través del cine, ciertas estéticas asociadas a la cultura negra más ‘underground’. No obstante, la faja publicitaria que acompaña a esta primorosa edición que se ha sacado de la manga la editorial Sajalín nos da ya un aviso (esta vez útil) de lo que nos vamos a encontrar en su interior, al comparar esta obra con un serial televisivo tan alejado de cualquier tipo de ‘exploitation’ como The Wire (2002-2008). No se trata, por tanto, de un mero reclamo publicitario (que también) sino que hay mucho de cierto en la asociación, ya que Los reyes del jaco parte de una premisa periodística que a mi juicio es la clave de todo, la que proporciona a este texto su andamiaje, la que hace que esta novela negra (que al fin y al cabo es lo que es) tenga un poso diferente.

El origen de Los reyes del jaco no es otro que un artículo de investigación escrito por el propio Smith para la revista Newsweek sobre la cultura de la heroína en Detroit. Que el autor de esta novela sea periodista influye, sin duda, en el tono de la narración, conciso y descriptivo (en ocasiones demasiado), y sujeto a unos parámetros muy realistas que la aleja de esa comercialización de lo negro a la que hacía referencia antes. Por más que algunos de los personajes de Los reyes del jaco tiren de jerga al hablar, vayan armados hasta los dientes, lleven el pelo a lo afro y vistan con largos abrigos de chinchilla, no nota uno en ningún momento que se estén exagerando esos rasgos en pos de una determinada estética. Quiero decir con esto que Los reyes del jaco no es Shaft (1971) ni Superfly (1972). De hecho, aquí suenan Al Green, Aretha Franklin y The Temptations pero de forma diegética. Y los yonquis son de carne y hueso, y los policías también, y los matones y los traficantes, por lo que la novelística no deforma en ningún momento el sustrato del texto, cuya pretensión última (por encima del mero entretenimiento, que lo tiene y mucho) parece ser la de exponer y denunciar la existencia de un entramado ilegal (muy lucrativo) en el que todas las partes de la sociedad se encuentran, por desgracia, implicadas.

Otro hecho que apuntala la narración en lo realista es el retrato de la ciudad de Detroit, entonces vibrante gracias a una potentísima industria automovilística, lo que queda reflejado en la novela en el detallismo con el que Smith describe los distintos modelos de coches que aparecen por sus páginas. Asimismo, en las calles y plazas de Detroit es fácilmente reconocible el Baltimore que tantas veces ha diseccionado en su obra David Simon, ciudades ambas cortadas por el mismo patrón de crecimiento urbanístico y administrativo y que comparten, por tanto, las mismas estructuras y deficiencias.

A la vista de lo anterior, no es de extrañar que los escritores Richard Price y George Pelecanos (ambos guionistas de The Wire, ambos autores que han tratado en su novelística los temas de la droga) avalen esta obra de Vern E. Smith, ciertamente pionera en eso de conectar el tráfico de heroína con el poder. En el caso de Pelecanos, la relación parece que va mucho más allá de la mera admiración, pues su novela Lo que fue (1997), ambientada en el Washington D.C. de los años 70, bebe enormemente de la obra de Smith, hasta el punto de compartir portada (esa foto imponente del barbero Walter Hamm al frente de su flamante Cadillac) en algunas ediciones americanas.

Frenética, ágil y adictiva, Los reyes del jaco no es un producto menor ni una curiosidad: es una novela negra excelente, sólida y con pretensiones que, sin duda, será uno de los rescates editoriales del año.

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