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La sátira como escapatoria a la miseria existencial

JOAQUÍN BLANES | Seamos sinceros. No quisiera que después me atacasen de algo para lo que, desde un comienzo, quiero ser franco. Con este autor no soy objetivo—ninguna crítica lo es en realidad—, no puedo serlo porque para este estadista, Zerocalcare es un creador fascinante. Me obsesiona su obra, desde que empecé a leerlo no he podido dejar de esperar con la inquietud y ansia viva del coleccionista de entregas septembrinas: esas personas que esperan a septiembre para ver qué nueva colección saldrá a la venta, si figuras en miniaturas de muebles rococós o si partes para construir paso a paso tu propio berbiquí.

Zerocalcare está dotado con el don de la creatividad y es capaz de hacerte reír al mismo tiempo que te está hundiendo en una miseria existencial que todos hemos habitado alguna vez en nuestras vidas. Desde la autobiografía, construye un mundo onírico e imaginativo, también ficcional, que es francamente cautivador. ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de ficción en sus historias, sus viñetas, sus cómics? Quizás sea lo de menos, seguramente encontremos más realidad que verdad, pero sobre todo sinceridad.

El dibujante Zerocalcare (Michele Rech) se dio a conocer de manera internacional en 2021 gracias a la serie de animación de Netflix titulada: Cortar por la línea de puntos creada por el dibujante italiano. La serie tuvo tal éxito que Netflix renovó una segunda temporada. La segunda temporada, que se puede ver de manera independiente, se llamó Este mundo no me hará mala persona (una joyita), donde vuelve a recrear ese mundo en el que vive Zero, protagonista trasunto del autor, un tipo inseguro, neurótico y con tendencia a la procrastinación. Se siente perdido en la vida, incapaz de encontrar un trabajo estable o una relación sentimental duradera, su mundo interior está plagado de representaciones oníricas y metafóricas que van apareciendo y que completan el universo imaginario de Zero.

A pesar del éxito de Netflix, que lo dio a conocer de manera internacional, Calcare lleva creando historietas e ilustraciones desde su juventud y como ilustra él mismo en su página web: Cortar por la línea de puntos no es una adaptación de La profecía del armadillo. Que los universos, sus personajes y sus historias puedan tener una afinidad o una conexión, no significa que sean la misma cosa. Sale así en defensa de su obra publicada en libro que comenzó, precisamente, autopublicando La profecía del armadillo en blanco y negro. Esa publicación tuvo un éxito tan inesperado como desmedido, así que, finalmente, una editorial milanesa con buen ojo decidió publicarlo en color 8 bits. La profecía del armadillo, originalmente en 2011, no se publicó en España hasta 2016 de la mano de la omnipresente Penguin Random House a través de su sello Reservoir Books. Lo mismo sucede con Un pulpo en la garganta que es, en realidad, su segunda obra, originalmente publicada en 2012 y que ahora, en 2024, decide publicar Reservoir Books.

Antes de adentrarnos en la obra singular que nos ocupa, quizás sea necesario adentrarnos en el mundo imaginario de Zerocalcare, porque la definición que hace de la profecía del armadillo es esencial para el tono, el pensamiento inestable y titubeante de los personajes y la aparición de esas figuras imaginarias que acompañan con frecuencia a Zero en sus momentos de duda existencial. La profecía tiene que ver con “cualquier previsión optimista basada en elementos subjetivos e irracionales, disfrazados de lógica y objetividad, y destinada a alimentar penas, decepciones y frustraciones por los siglos de los siglos.” Ese vaticinio que lleva el protagonista como una carga permanente de conciencia, a modo de armadillo en lugar de mochila, impregna toda la creación de este autor.

Un pulpo en la garganta nace en ese hábitat inseguro en el que viven permanentemente Zero y sus amigos pero que, en el fondo, cualquiera de nosotros podemos identificarnos con cualquiera de ellos en algún momento de nuestras vidas incoherentes. A diferencia de otras obras del dibujante italiano, Un pulpo en la garganta cuenta una historia diacrónica, una historia que surge de una mentira que crece y engorda como un pulpo aferrado a la garganta. Esa mentira que alguna vez todos hemos cometido, como un pecado venial, y que implica un sentimiento de culpabilidad permanente por el daño innecesario causado a una persona inocente. Ese es el pulpo en la garganta que se pega con sus tentáculos y no deja de atosigarnos, apretarnos y asfixiarnos a lo largo de los años, hasta que, sincerándonos, ese pulpo pesado e insistente se desvanece. Con lo fácil que habría sido sincerarse años atrás y deshacernos de esa carga inútil.

No se preocupen, no les estoy reventando la trama, digamos que es solo una premisa, la historia es jugosa y tiene algún que otro giro de guion bastante fantasioso que funciona muy bien para marcar con claridad que todo es ficción. Valga que el universo es personal, los personajes son constantes en sus historietas y seguramente, sus amigos, tengan sean veraces, pero Zerocalcare es un creador de historias, dibuja y escribe ficción.

Un pulpo en la garganta es una montaña rusa de emociones que te hará reír—al menos sonreír—, mientras te enfrenta a la cruda realidad de la vida adulta, la de los sueños rotos, la de proyectos imposibles, la de la sociedad hostil; pero también la de la amistad permanente, la frustración compartida—que es siempre menos frustrante—. Con su característico estilo irónico y desenfadado, Calcare nos invita a un viaje introspectivo por las vicisitudes de la amistad, el amor, el trabajo y la búsqueda de la felicidad en un mundo que parece empeñado en complicarnos la existencia.

El estilo de dibujo de Zerocalcare es sencillo, pero no por ello menos efectivo, al contrario, lo hace más caricaturesco y eso ayuda al tono que imprime en sus historias, fluctuando entre el humor y el existencialismo. El humor negro es uno de los ingredientes principales de su obra y se sirve de la sátira para abordar temas trascendentes, como la precariedad laboral, la gentrificación, la crisis económica, el suicidio o la presión social por tener éxito. No es que todo esté plasmado en este libro, es lo que va construyendo Calcare en toda su obra. El propio protagonista no se libra de la crítica y se autoparodia continuamente, mostrando sus propias inseguridades y contradicciones.

Al mismo tiempo, crea un universo de referencias culturales sumamente interesante. Referencias culturales de una época, de una educación y de un aprendizaje cultural en el que muchos podemos vernos reflejados, aunque habitemos en distintas edades. La madre, por ejemplo, está representada como una gallina, pero no cualquier gallina, sino la Lady Kluck del Robin Hood de Disney (otro personaje, no recuerdo en qué libro, encarnará a Sir Hiss, la siseante y sibilante serpiente de esa misma película).

La popularidad de este diletante historietista hace que él mismo conviva con sus propias contradicciones. Una persona de creencias férreas se ve desbordado por el éxito, pero ese éxito es absolutamente merecido, porque el mundo necesita creaciones honestas, sinceras, que no partan de una posición predeterminada, sino de una creencia en el ser humano, con las miserias que el propio humano arrastra. Sirva como ejemplo, cuando trata el tema del auge de los movimientos de extrema derecha en Este mundo no me hará mala persona, lo hace desde una posición clara, porque Calcare no esconde su activismo de izquierdas, pero no desde un prejuicio simplista bajo el postulado o prejuicio de que el que no piensa como tú es un Tal o un Pascual, no se trata de encasillar en esos lugares comunes a los que hemos borrado toda semántica por abuso; sino que construye una realidad social que expone y explica, sin justificarlo, por qué un compañero de infancia, educado en el mismo colegio, se transforma en un activista del movimiento fascista italiano. Sus personajes no son manidos y se agradece, porque trata al lector como adulto, no va hacia el juego fácil del encasillado.

Un pulpo en la garganta es una historia tal vez más ambiciosa y compleja que Esqueletos u Olvida mi nombre, pero no abandona el mundo de Rebibbia que habitan sus historias, ni las paranoias cotidianas de Zero, ni por descontado abandona la presencia esencial de sus amigos, Secco y Sarah, ni la persistente figura de su madre transfigurada en la Lady Kluck o la ocasional aparición de su padre en una especie de Señor Ping de Kun Fu Panda. Este libro cuenta cómo una mentira infantil se transforma en un pesado secreto que magnificamos de tal manera que nos pareciera poseer el secreto de la alquimia que podría destruir la humanidad al completo, cuando en realidad es una cuestión sin importancia, pero hasta llegar a dicha revelación, Zero vivirá tres etapas, infancia, adolescencia y madurez, llenas de remordimiento. Siempre con la ironía, la amargura y el cinismo con el que Zerocalcare crea sus espléndidas historias.

Un pulpo en la garganta (Reservoir Books, 2024) | Zerocalcare | Traducción de Carlos Mayor | 208 páginas | 20,81 euros

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