0

Una chica bastante particular

descarga (5)Heridas abiertas

Gillian Flynn

Literatura Random House, 2014. Colección «Roja & Negra»

ISBN: 978-84-3972-811-5

312 páginas

16,90 €

Traducción de Ana Alcaina

 

 

José Martínez Ros

Camille Preaker, la protagonista de Heridas abiertas, la recuperada primera novela de Gillian Flynn y, sin duda, el personaje más simpático de la obra, es periodista de un diario de escasa tirada de Chicago. Ha pasado cierto tiempo en un hospital psiquiátrico, su vida personal está en ruinas y tiene el cuerpo cubierto de unas muy particulares laceraciones: empezó a autolesionarse cuando era una niña. Y lo peor aún: su jefe le encarga la investigación de un caso en su pueblo natal, Wind Gap, una pequeña localidad del sur de Missouri “una de esas ciudades miserables propensas al sufrimiento”. Cree que detrás del asesinato de una niña y de la desaparición de otra puede haber un asesino en serie y envía a Camille para conseguir la exclusiva y adelantarse a la competencia. Digamos que la infancia/adolescencia/juventud de Camille en Wind Gap, de la que pronto conoceremos más detalles, no ha sido precisamente feliz. Wind Gap, una localidad llena de mataderos, dedicada a la industria cárnica, es una reunión de todos sus demonios personales. Un lugar habitado por genuinos representantes de lo que en Estados Unidos llaman ‘white trash’.

Allí dejó a una hermana muerta. Y a lo que le queda de familia: una madre, con la que mantiene una relación tan tormentosa que, en comparación, la de la protagonista de La pianista de Jelineck/Haneke con su progenitora es un modelo de buena crianza. Y una hermanastra adolescente que… en fin, resulta bastante indescriptible y que, en sí misma, da un nuevo sentido a la expresión “adolescente conflictiva”. Y esto es sólo el principio.

Gillian Flynn ha alcanzado una fama mundial con su tercera novela, Perdida, que pronto llegará a los cines, adaptada por David Fincher. Es una historia intrigante y retorcida, con un gran sentido del ritmo, que esconde una irónica -y muy nihilista- visión de las relaciones de pareja (con un oscuro sentido del humor, Flynn se la dedica a su esposo, así como Heridas abiertas a sus padres). Y sobre todo, destacaba por el retrato de su protagonista, Amy… de la que no diré nada para no desvelar nada fundamental de la astuta trama, pero que deja una imborrable impresión a los lectores (para los masculinos, es especialmente aterradora). Pero incluso Amy palidece en comparación con Camille y su -salvaje- entorno.

Heridas abiertas es, definitivamente, una de las novelas más bestias, enfermizas, sucias -incluye generosas dosis de violencia descarnada, sexo turbio o bizarro y psicopatías varías, además de unas cuantas observaciones sociológicas sobre la sociedad de las pequeñas ciudades de Norteamérica que no deben haber complacido a los antiguos vecinos de la autora- y, a pesar de ello, extrañamente divertidas que he leído en los últimos tiempos. Y que me confirma que en la señorita Flynn hemos encontrado a Patricia Highsmith del siglo XXI. Si, lo confieso, Heridas abiertas -que, en su momento, recibió grandes elogios de Stephen King– me ha encantado.

El autor de esta reseña tiene un gran interés en leer la segunda novela de Gillian Flynn, La llamada de Kill Club (y las que vendrán). Pero, tras leer dos de sus tres primeras obras, preferiría no dormir nunca bajo el mismo techo que una dama con tan retorcida y perversa imaginación.

[Publicado en Notodo.com]

admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *